Judith Mora, Glasgow (R.Unido), 14 nov (EFE).
El Reino Unido, anfitrión de la COP26, consideró este domingo «histórico» el Pacto del Clima de Glasgow, dado que presiona para acelerar la reducción de emisiones y menciona por primera vez en unas negociaciones climáticas la necesidad de abandonar el carbón.
El presidente de la cumbre del clima de la ONU, el exministro británico Alok Sharma, negó que los cambios en el acuerdo relativos al fin de ese mineral forzados a última hora por India y China supongan «un fracaso» y aseguró que el texto en su conjunto es «un logro histórico».
En una entrevista con la BBC tras la clausura el sábado del evento -un día después de lo previsto-, Sharma dijo que el pacto aprobado por 197 países, que incluye un mandato para aumentar en 2022 los objetivos de reducción de emisiones para 2030, permite «mantener al alcance» la meta planteada en el Acuerdo de París de 2015 de limitar a 1,5 grados el calentamiento del planeta este siglo.
También recordó que se completó la normativa para aplicar plenamente el tratado parisino, en especial el artículo 6, relativo a los mercados de carbono, y se obtuvo «más dinero para los países vulnerables al cambio climático».
«Creo que podemos afirmar que estamos en camino de erradicar el carbón a la historia», mantuvo, para subrayar que es la primera vez que un documento de una negociación climática incluye referencias a hidrocarburos.
«Al final, China e India son los que van a tener que explicarse frente a los países más vulnerables ante los efectos del cambio climático, y ya se vio la reacción de esos países al cambio de lenguaje propuesto», declaró.
UNA «SOLUCIÓN DIPLOMÁTICA»
En una intervención in extremis, justo cuando el Pacto de Glasgow, resultado de dos semanas de intensas negociaciones en la ciudad escocesa, iba a aprobarse, India, apoyada por China, forzó un cambio en el redactado del artículo 36, que pedía «acelerar los esfuerzos para la eliminación del carbón sin procesos de captura de carbono y de los subsidios ineficientes al combustible fósil».
Con el cambio propuesto, finalmente aprobado a regañadientes por el pleno, la «eliminación» se sustituye por una «progresiva reducción».
La secretaria ejecutiva de la Convención marco para el cambio climático de la ONU, Patricia Espinosa, señaló que, aunque pueda resultar decepcionante, el cambio de lenguaje debe verse como «una solución diplomática».
«Es un tema que no habíamos incorporado en nuestro proceso hasta ahora, es un avance», manifestó en una entrevista con Efe.
«El texto no es el ideal, no hay un compromiso tajante como nos habría gustado, pero probablemente hay algunos países que hubieran preferido que esos temas no aparecieran» siquiera, declaró.
También la directora de Greenpeace, Jennifer Morgan, opinó que la maniobra in extremis de los grandes contaminadores «no cambia la señal enviada en esta COP de que la era del carbón se está acabando».
«Va en interés de todos los países, incluidos los que aún queman carbón, hacer la transición hacia una energía limpia renovable, y los Estados ricos deben apoyar ese cambio», dijo.
Por su parte, varias organizaciones de conservación de la naturaleza valoraron que se hayan aclarado las normas que permiten a los países y también entidades privadas comerciar con créditos de carbono.
A juicio de James Roth, de Conservation International, «esto significa que los países tendrán las herramientas necesarias para asegurar una acción climática transparente, consistente y de alta calidad a través de los mercados de carbono».
Kelley Kizzier, de Environmental Defense Fund, señaló a su vez que la normativa, aunque «no es perfecta», permite operar con «integridad climática, evitando la doble contabilidad (de reducciones de carbono logradas), y abre el camino para hacer llegar capital privado a los países en desarrollo».
El Pacto del Clima de Glasgow aprobado en la COP26 -que se inició el 31 de octubre y debía acabar el 12 de noviembre- no ha satisfecho a muchos ecologistas, entre ellos la líder juvenil Greta Thunberg, que lo ha descrito como más «bla, bla, bla».
«Si no conseguimos recortes de las emisiones anuales en origen inmediatos, drásticos y sin precedentes, significa que estamos fracasando en la crisis climática. ‘Pequeños pasos en la dirección adecuada’, ‘algunos avances’ o ‘lenta victoria’ equivalen a derrota», escribió en Twitter. EFE