Bloomberg –
El presidente Vladimir Putin dijo que Rusia no está detrás de la crisis migratoria que se desarrolla en la frontera entre Polonia y Bielorrusia, sino que está lista para ayudar a resolverla.
En declaraciones al canal de televisión Rossiya-1 el domingo, Putin dijo que se enteró de los acontecimientos en la región fronteriza a través de los informes de los medios.
“Estamos dispuestos a contribuir a esto de todas las formas posibles, si por supuesto, algo depende de nosotros”, dijo Putin.
Polonia ha acusado al Kremlin de planear el flujo artificial de miles de personas de países como Irak, Siria y Afganistán hacia la frontera, con la esperanza de cruzar a la UE.
El respaldo económico y político de Putin permitió al presidente bielorruso Alexander Lukashenko capear las manifestaciones masivas contra su gobierno de 27 años en 2020, así como las sanciones de Estados Unidos y la UE impuestas después de su brutal represión contra la oposición. Es poco probable que Lukashenko tome muchas decisiones audaces sin la bendición de su aliado del Kremlin.
Desde entonces, el líder autoritario ha subido la apuesta contra Occidente, utilizando a los migrantes como arma y amenazando con bloquear el tránsito de suministros de gas natural de Rusia a la Unión Europea.
Escribiendo en el Telegraph el sábado, la secretaria de Relaciones Exteriores británica, Liz Truss, dijo que Rusia tiene una “clara responsabilidad” por la situación fronteriza y que debería presionar a Minsk para que ponga fin al actual enfrentamiento. Según ella, la situación que se desarrollaba con los migrantes fue cuidadosamente orquestada.
“Esta crisis cuidadosamente elaborada es un intento de desviar la atención de la letanía de actos aborrecibles y violaciones de derechos humanos que el régimen ya ha cometido”, dijo Truss sobre el gobierno bielorruso.
En la entrevista del domingo, Putin rechazó las acusaciones: “No tenemos absolutamente nada que ver con esto, simplemente absolutamente. Es solo un deseo de transferir los problemas de una cabeza enferma a una sana “.
El ministro de Relaciones Exteriores de Bielorrusia, Vladimir Makei, habló el domingo con el alto representante de la UE, Josep Borrell, dijo el ministerio en su sitio web.
Según el comunicado, la pareja discutió la “difícil situación migratoria” en la frontera de Bielorrusia y la UE. Bielorrusia dijo que estaba lista para un diálogo “mutuamente respetuoso”.
En un tuit posterior a la llamada, Borrell dijo que la situación actual “debe terminar. Las personas no deben ser utilizadas como armas “.
