El Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social recuerda que la epilepsia es una enfermedad crónica caracterizada por episodios convulsivos y por uno o varios trastornos neurológicos, que dejan una predisposición o irritaciones en el cerebro y pueden generar convulsiones recurrentes, que suelen dar lugar a consecuencias neurobiológicas, cognitivas y psicológicas. Las personas que padecen esta enfermedad, usualmente, viven sin crisis con el tratamiento adecuado y uso de medicamentos.
La epilepsia puede observarse en todas las edades, aunque son más frecuentes en niños, adolescentes y en personas de más de 65 años. La diferencia radica en la causa probable de estas afecciones y la distribución es similar en mujeres y varones, tampoco existe un factor racial predominante.
La cartera sanitaria subraya que la vida de una persona epiléptica debe ser ordenada y metódica, constante en sus horas para dormir, alejados del consumo de tóxicos y la toma de sus medicamentos en el horario indicado. Asimismo, recomienda acudir a su neurólogo de zona para su evaluación y seguimiento.
Características de la epilepsia
La enfermedad tiene muchas causas y puede ser genética. Puede ocurrir en personas que tienen antecedentes de traumatismos de nacimiento, lesiones cerebrales (incluyendo traumatismo craneal y accidentes cerebrovasculares) o infecciones cerebrales. La epilepsia no es contagiosa y en algunas personas, no se puede identificar ninguna causa.
En este punto, Salud remarca que una vida plena, completamente funcional y útil es posible de acuerdo al tratamiento adecuado, las medidas higiénicas alrededor y la contención familiar y social pueden hacer que esta afectación tenga un impacto mínimo en las personas.
El síntoma principal de la epilepsia es la convulsión. Se recomienda, en caso de ver a una persona convulsionando, colocarlo de lado, no intentar abrir la boca o introducir objetos y llamar a Urgencias.
Tres grupos como causas de la epilepsia
En la primera causa se señala la aparición espontánea y sin antecedentes de enfermedades previas, donde se demostró que muchas de ellas son de origen genético.
En la segunda, es sintomática que puede ser por un trauma cerebral, un tumor, malformación cerebral, infección cerebral, “o sea, hay una causa secundaria” y finalmente, se encuentran las denominadas criptogénicas (de oculto), que supone una etiología sin poder definir.
Fuente: Agencia IP