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Destapabocas – Donde hubo fuego, cenizas quedan

En diciembre del 2019, un giro inesperado ocurrió en la Municipalidad de Asunción y Óscar “Nenecho” Rodríguez asumió la intendencia. Duramente cuestionado, le costó el respaldo de Honor Colorado por no obedecer lo que el movimiento dispuso, estaba acordado que se votaría para que Dani Centurión asuma el puesto vacante. Nenecho fue tildado de traidor y oportunista.

Contrario a lo que se creía, fue cosechando buena aceptación, mérito que no es fácil en la intendencia de Asunción.

Sin líder político a quién rendir cuentas, tuvo la brillante oportunidad de hacer las cosas a su manera. Él solo debía completar el periodo de casi un año que le quedaba a Mario Ferreiro, pero la pandemia cambió el panorama, su tiempo como intendente se extendió y decidió crear su propio movimiento para los comicios.

Con el crédito y el pedestal que le puso la gente podría haber optado por un recorrido que, si bien hubiese sido más largo y sin sombras, no imposible. A su favor tenía el respaldo de la ciudadanía y posibles oponentes estropeados. En lugar de eso, prefirió reunirse con figuras desgastadas como Lilian Samaniego, donde el rechazo que generó una fotografía ya debería de haberle llegado el mensaje de que, si quería seguir siendo la cara de “la opción de cambio”, los dinosaurios no son bienvenidos.

Hace poco, recurría a Twitter para expresar que “con mucho criterio” entre todos los candidatos el mejor para ser intendente es Juan Manuel Brunetti. En otra oportunidad, comentó que este Partido Colorado “no le representa”. Al final, decidió hacer la vista gorda a todos los sucesos y comentarios para volver a los brazos de Honor Colorado. Con esto, Nenecho prácticamente se asegura la intendencia y el movimiento, la comuna. Una unión copada de incoherencias que confirma que la sed siempre puede más.

El único que pierde acá es Óscar Rodríguez, ahora estará arrodillado a la vieja política de la que logró escapar y entregó su libertad, cuestión de tiempo deba pagar las consecuencias. En fin, donde hubo fuego, cenizas quedan.

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