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Derroche en privilegiados

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Las jubilaciones VIP de 125 senadores y diputados

Es inútil cuánto más recaude el Estado si el fondo de la olla está perforado. La pandemia ha puesto en primer plano la necesidad no sólo de recortar el gasto público superfluo sino también los que apuntan a mantener privilegios imposibles de sostener. Demos otra vuelta por el mundo de las jubilaciones y pensiones.

Un empleado del sector privado que se retire a los 60 años, con 25 de aporte al IPS y que haya ganado digamos Gs. 8.000.000 los últimos tres años, tendrá acceso al 80% de ese salario en concepto de jubilación, unos Gs. 6.400.000. Y punto. Tendrá que sufrir idas, venidas y tramites interminables para acceder a su jubilación, que no recibirá completa sino con una quita porcentual para el fondo jubilatorio.

Ahora veamos cómo es ese mismo proceso, en un senador o un diputado, cuyo salario y demás prestaciones parte de Gs. 32.000.000 de guaraníes. Estos ciudadanos pueden acceder a su jubilación a los 55 años con un aporte de 15 años, tres periodos parlamentarios. En este caso, el 80% de una jubilación ordinaria implica una retribución de Gs. 25.600.000. ¿De dónde sale esta plata, ya que los legisladores activos son en total 125? Del aporte del 20% que cada legislador hace sobre su dieta.

A esto se suma un aporte del 7% del Estado sobre el monto total de las dietas parlamentarias y los gastos de representación. Luego debe agregarse el importa del aumento de la dieta y los gastos de representación que se determinen en el presupuesto. También lo que sumen las actualizaciones de las jubilaciones y pensiones, las rentas de las inversiones del fondo jubilatorio, el monto de las multas que se apliquen, los legados, donaciones y otro aportes previstos en el PGN y otros ingresos de cualquier naturaleza no contemplados expresamente en los párrafos anteriores. Da miedo sumar todo esto para tener una idea de cuánto se lleva por mes cada diputado o senador jubilado.

Cuando se les enrostra que se hayan convertido en una casta de privilegiados lo único que atinan a responder es que “nosotros aportamos de nuestro bolsillo para nuestra jubilación”. Error. Son los contribuyentes los que aportan a su fondo jubilatorio, plata que se reparte a manos llenas en los grandes enclaves de individuos mantenidos a cuerpo de rey.

¿De qué sirve que el fisco raspe el fondo de la olla buscando mas recursos si se los derrocha de esta manera indignante?

Equipo Periodistico
Equipo Periodistico
Equipo de Periodistas del Diario El Independiente. Expertos en Historias urbanas. Yeruti Salcedo, John Walter Ferrari, Víctor Ortiz.