Las redes sociales si bien son una herramienta implican al mismo tiempo un peligro principalmente para los más niños.
Miguel Ángel Gaspar, director de Paraguay Ciberseguro, señaló que el principal desafío de la utilización de las redes sociales es entender el valor de nuestra información. Es decir, no somos el producto final sino la materia prima. En donde lo que más interesa son los datos.
El experto señala que esto se fue fortaleciendo por un proceso de ciberadicción social que incluye a nuestros hijos, entorno laboral y a nosotros mismos. Y todo esto nos alejó de la tecnología como una herramienta constructiva.
“La tecnología es un medio que nos permite tener al alcance de la mano cosas que hace 30 años no teníamos. Esta hiperconectividad genera una dependencia cuando la gente no conoce la herramienta. Y cree que debe estar conectado en todo momento”, explicó.
Señala que las aplicaciones y redes sociales son un servicio. Y que están diseñados para generar el consumo. Así también seguirán estimulándonos para que sigamos consumiendo.
CIUDADANÍA
Está en debate en qué grado afectan las redes sociales para la construcción de ciudadanía. Es decir, en una persona que contribuye de forma positiva a su comunidad. Al respecto, el entrevistado señala que la ciberadicción potenció la necesidad de las personas de formar parte de grupos. Y que mientras estos sean más poderosos, sin importar que sean buenos, son más atractivos para unirse.
“Desde nuestra empresa hacemos medidores de sentimientos. Y vemos que en las redes sociales la gente prefiere formar parte de grupos de poder para humillar a los demás. Esto se ve en partidos de fútbol, o partidos políticos. Generan opiniones que no tienen nada que ver con el constructo social”, lamentó.
HATERS U ODIADORES
En las redes sociales es sencillo encontrar a un hater (odiador). Estos son los usuarios que bajo la protección del internet y los datos falsos, aprovechan para insultar y lanzar improperios sobre cualquier tema.
El mismo Humberto Eco, filósofo italiano, dijo que las redes sociales dan la oportunidad de expresarse a los idiotas (egoístas).
Gaspar señala al respecto que cuando uno ve las tendencias nos damos cuenta de los temas banales que centran la atención de la ciudadanía. Y que esto refleja el nivel de educación de la población.
ESTUDIO
La Fundación Paraguay Ciberseguro realizó un estudio a través de encuestas sobre el impacto de la educación virtual de nuestro país. El mismo alcanzó a 1300 estudiantes. Los resultados fueron los siguientes; solo el 30% tuvo acceso a las plataformas educativas. Entre ellos, el 68% fue abordado durante el uso de la tecnología por terceras personas. Es decir, este porcentaje de niños fue víctima de ciberbulling, ciberacoso o de ciberabuso mientras utilizaba las plataformas. Esto representa a unos 400.000 niños víctimas de esta situación.
“Estos chicos están hastiados y deprimidos de recibir tantos documentos en el móvil. Hemos perdido en el 2020 la brillante oportunidad de reformar el sistema educativo. No creo que de enero a febrero los docentes puedan ser entrenados para impartir las clases híbridas del 2021” vaticinó.
ACCESO
Finalmente señaló que el Paraguay es uno de los países en la que existen un alto número de celulares por persona. Y que esto se observa fácilmente en el tránsito con personas que conducen viendo sus teléfonos. Así también se ven en restaurantes y bares.
“Entre 6 de cada 10 personas conducen con los celulares. Se ve en los semáforos, restaurants cines. Existe un grado de dependencia altísimo. Sigue siendo el teléfono una máscara que nos permite conectarnos con otros”, lamentó.
Así también informó que la ciberdelincuencia amentó en un 220%.
“No es lo mismo un niño que juega videojuegos durante dos horas. Que un niño que aprende guitarra en You tube durante dos horas” expresó.
Miguel Ángel Gaspar es argentino y tiene 46 años. Vive en Paraguay desde hace 30 años. Se especializó en ciber seguridad. Tiene su emprendimiento hace 20 años. Y hace 3 años y medio creó la Fundación Paraguay Ciberseguro.
Esta organización recibió alrededor de un millón de denuncias de ciberacoso durante el 2020. Esto significa miles de fotos y videos que terminaron en sitios pornográficos. Y esto a tu vez desembocó en desenlaces fatales como el suicidio, depresión, obesidad, falta de autoestima y más.
