En 2018, el modesto Monza militaba en la Serie C. Hoy, cuando solo han pasado cuatro años, ya no es tan modesto y es un equipo de Serie A. Silvio Berlusconi y los US$ 121 millones que ha invertido en el que es su nuevo Milán.
Parece que tres décadas dedicadas al fútbol no fueron suficientes para Berlusconi. En 2017 cerró su etapa en el Milan, tras 31 años al frente de un club en el que hizo historia, pero un año más tarde vio en el Monza, un equipo refundado en 2015 después de haberse declarado en quiebra, la oportunidad perfecta de volver al ‘calcio’ como dirigente.
Con una rápida operación de casi tres millones de dólares, el magnate de los medios de comunicación se quedó con el 100% del conjunto del norte de Italia. El objetivo de Berlusconi estaba claro, llegar a la Serie A lo antes posible.
El dueño del grupo financiero Fininvest empezó entonces a construir un proyecto deportivo por la vía rápida, a base de talonario. Y US$ 121 millones después -repartidos en fichajes, ampliación de capital y nuevas infraestructuras para el equipo-, una cifra desorbitada para equipos de la tercera y segunda división, lo consiguió.
MÁS PÉRDIDAS QUE BENEFICIOS
Sin embargo, según reporta el medio italiano especializado en economía y fútbol ‘CalcioeFinanza’, no ha sido una operación, por el momento, fructífera económicamente para el mandatario de 85 años.
Pese a la llegada de Fininvest al Monza, el equipo sigue sin generar beneficios. En estos cuatro años, el conjunto lombardo ha finalizado siempre en número rojos, generando una deuda global de casi US$ 73 millones.
Pero el ascenso a la Serie A ha cambiado el paradigma y el escenario. No es una deuda, ni mucho menos, inasumible para uno de los grupos financieros más relevantes de Italia o para un Berlusconi que contará ahora con una mayor número de ingresos en publicidad y repartos de derechos de televisión, algo que ayudará a subsanar el déficit.
EL ASCENSO NO FRENA LOS SUEÑOS
Tras un agónico final de ‘play-off’ de ascenso ante el Pisa (3-4), el Monza se convirtió en equipo de la máxima categoría del fútbol italiano. Para llegar hasta este momento, jugadores como Jerome Boateng o Mario Balloteli, grandes nombres del fútbol con precios y salarios que no estaban al alcance de ningún otro equipo de la categoría, ayudaron a Berlusconi a acelerar el proceso de crecimiento del Monza.
Un proceso que para el propio Silvio no ha terminado. A sus 85 años, el que fuera primer ministro del país transalpino, declaró nada más certificarse el ascenso de su equipo que el siguiente objetivo no era otro que levantar el ‘Scudetto’ y la ‘Champions League’.
Y es que con 6.600 millones de euros como fortuna según la última estimación de la revista Forbes, Berlusconi puede poner el mercado veraniego italiano patas arriba este verano. Nombres como Belloti, Ranocchia, Junior Mesias o, de nuevo, el propio Balloteli, empiezan a sonar como posibles fichajes.
ADRIANO GALLIANI, SU FIEL MANO DERECHA
Para esa planificación deportiva tiene al lado a Adriano Galliani, su fiel acompañante desde los tiempos en Milán. Galliani, a cargo de la gestión deportiva del club, ya tiene atado el primer fichaje del Monza como equipo de Serie A: “Yo soy el que gasta, Fininvest pone el dinero”, comentó este miércoles.
Se trata de Francois Modesto, que llegará al proyecto como responsable del área técnica. El francés de 43 años es el primer paso del Monza hacia la profesionalización total del club. Modesto, con pasado en Italia como jugador del Cagliari y del Módena, aterrizará tras comandar el éxito del ascenso del Notthingham Forest a la Premier inglesa.
El objetivo del Monza con esta incorporación es sentar las bases deportivas durante la próxima campaña, la primera en toda su historia en Serie A, para mantener con solvencia la categoría y acercarse a los puestos europeos en el corto plazo.
AUMENTO EN INGRESOS PARA LA CIUDAD DE MONZA
El ascenso del Monza a la Serie A tiene muchas consecuencias, y una de ellas será el crecimiento financiero que experimentará una localidad en la que nunca se había hablado tanto de fútbol como ahora.
La ciudad de Monza es conocida deportivamente por albergar uno de los Grandes Premios más famosos de la Fórmula 1 y por ser la casa de la escudería más laureada de la historia (Ferrari). Berlusconi ha conseguido, a su manera, que los focos no solo se pongan en Monza durante un fin de semana, sino que se hable de Monza cada fin de semana en Italia. Habrá Monza más allá de los monoplazas, más allá del ‘Templo de la velocidad’.
Acostumbrados a ser el centro de atención durante, como mucho, una semana al año, los habitantes de la ciudad verán como cada dos fines de semana un equipo de la máxima categoría del fútbol italiano, acompañado de los medios de comunicación y de sus respectivas aficiones, llena sus calles y comercios.
Todo, claro, con una fecha señalada en el calendario para Berlusconi. Su propio Derbi. El Monza-Milan será, seguro, su partido más esperado de la temporada, en el que verá a sus dos grandes obras sobre el verde, peleando en la máxima categoría del fútbol italiano.
El nuevo Milán de Berlusconi es ya una realidad. Y, tal y como aseguró Berlusconi, promete dar mucho de sí en los próximos años. EFE