“Algunos internos no creen en el virus, piensan que todo es una joda y no toman las medidas necesarias. Mientras que otros tememos por nuestra vida. La mayor parte de mi tiempo estoy solo dentro de la celda, pero el miedo está. Sabemos que en este lugar te enfermas y si no tenés recursos, absolutamente nadie va a velar por tu salud”, comentó un interno del penal de Tacumbú a este diario.
Esta cárcel es la mayor y más hacinada del Paraguay y la noticia de los cinco nuevos casos positivos dentro del penal instaló el miedo en algunos, mientras que otros se niegan a dejar de recibir visitas familiares.
El entrevistado aseguró que al habilitarse las visitas, el penal sí puso de su parte y repartieron algunos tapabocas, pero se suspendieron de vuelta todo tipo de actividades desde el martes hasta nuevo aviso y cada uno ve la forma de poder cuidarse.
“La verdad que la aparición de los casos era para cualquier momento, la enfermedad no distingue clases sociales y menos en este lugar donde estamos todos hacinados. Tarde o temprano iba a pasar”.
Agregó que todo se maneja de manera muy hermética. “Hay varios internos con condena cerca de la finalización o procesados con un tiempo exagerado sin novedades de su caso y piden que se busque la forma de liberar a adultos mayores con enfermedades de base o casi sin movimientos.
“Los otros internos estamos a la voluntad de Dios porque ya ingresó este virus y estar cada uno en sus celdas no es la solución, hay que tratar de convivir con esto. Modo covid de vivir como ya se venía haciendo afuera”, refirió el recluso, cuyo nombre mantenemos de forma anónima por seguridad.
PRIORIZAR TEST
La ministra de Justicia, Cecilia Pérez, en conversación con el periodista Juan Pablo Fernández Bogado, explicó que actualmente existen 2.600 presos en Tacumbú y se van a priorizar los test a personas sintomáticas y al personal. Además, se prohibió el ingreso de visitas y los ingresos de nuevos reclusos.
“Tenemos más de 1.200 internos para ingresar al sistema penitenciario que están en comisarías y jefaturas departamentales. Estamos trabajando en para que puedan ingresar de a poco. Tememos que las personas lleven el virus al centro penitenciario por ello debemos hacerle la cuarentena y tomar las muestras. Estamos trabajando bajo ese esquema con la policía paulatinamente y por eso se saturan las comisarías y jefaturas departamentales”, acotó la ministra.
La ministra resaltó que hoy en día existen 13.800 personas en el sistema y más las 1.200 pendientes, se llega a las 15.000 personas privadas de libertad.
También quedaron prohibidas las salidas para comparecencia, lo que es un pedido del personal y la disposición de las autoridades sanitarias.
LOS TESTEOS
Rubén Maciel Guerreño, viceministro de Política Criminal del Ministerio de Justicia, recordó el universo de los positivos. Unas 36 personas presentaron síntomas sospechosos, las cuales forman parte de un mismo sector que se compone de 42 personas. De esas 36, se hizo el test a 12 y los primeros resultados fueron esas 5 personas positivas al Covid-19.
Destacó que desde el momento de haber presentado sus síntomas fueron aislados. “Solo el tiempo nos va a demostrar si ese aislamiento ante la manifestación de los síntomas fue oportuno. No sabemos tampoco si anterior a su aislamiento pudieron haber contagiado a más reclusos, dependiendo del estado de evolución del virus”, acotó el viceministro.
Afirmó que si ese escenario no se presenta, se podrá decir que quedó contenido el virus a ese grupo.
“Salud penitenciaria va a proponer a la Regional Sanitaria y a la Dirección de Vigilancia de Salud, realizar testeos aleatorios en otros pabellones en busca de algún portador asintomático. Lo que sí ya dispuso el Ministerio de Salud es que a toda persona privada de libertad que presente un cuadro respiratorio sí se le va a hacer un test de Covid-19 dado el contexto”, finalizó el viceministro de Política Criminal del Ministerio de Justicia.
ANTECEDENTES
Hace algunos días, personas privadas de libertad en Tacumbú exigieron la rehabilitación de las visitas, suspendidas a finales de junio luego de la aparición de casos positivos de Covid-19 en la cárcel de Ciudad del Este.
En ese entonces, las autoridades explicaron que las visitas se debían realizar en espacios abiertos y tanto el recluso como el visitante deberían utilizar tapabocas y mantener una distancia de dos metros, tal como recomienda el Ministerio de Salud Pública.
Asimismo, los funcionarios designados para el sistema de agendamiento y control del cumplimiento del protocolo, como también las personas privadas de libertad, se comprometieron por escrito a respetar y cumplir con todas las medidas sanitarias adoptadas.
Foto tomada de Diario Norte