Monza es mundialmente conocida por acoger el Gran Premio de Italia de Fórmula 1, Silvio Berlusconi ha cambiado esto: ya no solo se hablará de automovilismo en Monza, también de fútbol.
En 2018, el magnate italiano de 85 años y su fiel socio Adriano Galliani se embarcaron en nuevo proyecto futbolístico. Después de ser el dueño del Milán durante tres décadas (1986-2017), Berlusconi adquirió por una cifra cercana a los 3 millones de euros un equipo de fútbol que militaba en la Serie C, tercera división italiana, con un único objetivo: ascenderlo a la Serie A.
No perdieron el tiempo. En 2020, en la segunda temporada bajo el mando del ex primer ministro italiano, el Monza alcanzó la categoría de plata en Italia. Creció entonces la ambición de una directiva que apuntó muy alto y que quería estar en Serie A en 2021, pero que vio como sus altas expectativas se quedaron en los ‘play-offs’ de ascenso.
Un año más tarde, en esta campaña, el Monza de Berlusconi ha logrado el ansiado objetivo. Después de caerse de los puestos de ascenso directo en las últimas jornadas, parecía que el objetivo volvía a escaparse de entre las manos del empresario. Todo se tuvo que jugar a una carta, a la final entre el Pisa y el Monza en la que solo uno podría llegar a la Serie A.
Entonces el fútbol apareció en Monza, una ciudad que solo se mencionaba para las competiciones de motor. Y apareció porque Berlusconi decidió que apareciera. Quedaba dar un último paso, el más importante.
El conjunto de ‘Il Cavaliere’ se llevó el primer envite en casa (2-1) y dejó encaminada la eliminatoria. Pero como es costumbre en el fútbol y en las fases de ascenso, todo se dio la vuelta.
El Pisa, arropado por su afición durante el partido de vuelta, el definitivo, rubricó dos goles antes de que se cumplieran los primeros diez minutos para ponerse por delante en el global.
Al Monza le bastaba un empate, y los tantos del ecuatoguineano Jose Machin y del danés Christian Gytkjaer daban el ascenso virtual en el minuto 80. Sin embargo, en el minuto 90, el drama cayó en la capital del automovilismo: el Pisa marcó y el partido se fue a la prórroga.
Los fantasmas de la temporada pasada seguro se adueñaron de Berlusconi. Pero fue algo momentáneo. Su equipo le dio la vuelta al marcador y selló su ascenso en la primera parte de la prórroga (3-4). El Monza se convirtió en un equipo de primera por primera vez en sus 110 años de historia. Berlusconi consiguió llevar a lo más alto del fútbol italiano, en tan solo cuatro años, a un equipo que no sabía que podía soñar tanto.
Desde ahora, la Fórmula 1 compartirá protagonismo con el deporte rey en Monza. Y a juzgar por las declaraciones de Berlusconi, se hablará mucho de fútbol: “Claramente, estando en la Serie A, ahora tenemos que apuntar a ganar el ‘Scudetto’ y luego la Liga de Campeones”, dijo.
Brianteo, el estadio, acogerá ahora a las escuadras más grandes de Italia. Inter, Juventus, Nápoles, Atalanta, ‘Fiore’… Todos pasarán por la localidad del río Lambro. Pero sin duda habrá un fin de semana marcado en el calendario para la ciudad, además del de Fórmula 1: El derbi de Berlusconi.
Milan y Monza se enfrentarán en un partido con un sabor y un aura especial. Y es que ha sido uno de los años más felices en lo deportivo para Berlusconi. Su Milán coronó Italia levantando el ‘Scudetto’ once años después, cuando él estaba al frente; y su Monza jugará por primera vez en Serie A.
Será el partido más bonito para Berlusconi, que verá con el corazón dividido sus dos proyectos futbolísticos sobre el verde. EFE