A falta de una hora para el final, Kimi Raikkonen montó las gomas blandas (C4) en su Alfa Romeo y marcó el mejor tiempo del día, un 1:17.091 que ni siquiera supera el 1:16.976 (C3 medios) de Hamilton del día anterior, pero que da una pequeña alegría al equipo filial de Ferrari.
Curiosamente, sólo Kimi y Sebastian Vettel, que por fin pudo dejar atrás la gripe y subirse al SF1000, utilizaron este tipo de neumáticos, marcados con la banda roja de Pirelli, con los que fueron capaces de escalar y asomar por los puestos cabeceros. Seb se quedó sexto, a 1.063 del coche que lleva el mismo motor que el suyo, aunque las conclusiones son un poco aventuradas para unos equipos que han empezado con perfil muy bajo, en revoluciones de motor, en estos test.
CHECO PÉREZ SEGUNDO
Kimi pudo superar el tiempo de Checo Pérez, que estuvo casi todo el día al frente de la tabla con el Racing Point, un coche muy rápido en estos primeros compases. El RP20, apodado en el ‘paddock’ como el McLaren rosa, por su similitud con el W10 campeón de 2019, parece haber heredado las virtudes de su hermano mayor, aunque la evolución durante el año será más complicada. Pérez ya habla a los más cercanos de lograr podios con este coche.
MERCEDES PROVOCA EL PÁNICO
Los que dejan conclusiones sustanciosas son los Mercedes, que aparecen muy atrás en la clasificación, pero que causan pánico entre sus rivales tras un par de días de test en Montmeló. No es sólo el estreno del nuevo sistema DAS, dirección que se acciona empujando y retrayendo el volante, y que modifica la apertura de las ruedas delanteras según se vaya en recta o curva, sino su ritmo demoledor de carrera. Hamilton por la mañana y Bottas por la tarde, simularon sendas carreras similares el GP de España, con unas 66 vueltas siempre con el mismo compuesto C2 (duro).