Han habido dudas reales sobre la continuidad de Mercedes en la Fórmula 1, pero la escudería de Brackley presumió este lunes de su buena salud, de patrocinador y de capacidad de sorpresa: se adelantaron a Ferrari con una presentación de su decoración para 2020 en el Royal Automobile Club londinense y lucieron su nuevo acuerdo con ‘Ineos’, potente química británica que a sus recientes inversiones en el deporte suma ahora otra sobre el gran gigante del ‘Gran Circo’.
Ya se dijo que Daimler pedía rentabilidad al proyecto para justificar su presencia en el campeonato, y Toto Wolff se ha marcado otro tanto sumando a un socio tan importante, la empresa del multimillonario Jim Ratcliffe.
Ambos destaparon una maqueta con los nuevos colores: un plateado mate, toques verdes de petronas y detalles rojos de Ineos en los alerones y la toma de aire situada encima del piloto.
No es un Mercedes rojo, ese color tiene dueño en la Fórmula 1, pero sí tiene granates. No obstante, habrá que esperar al viernes para ver las primeras imágenes del W11 real, el coche de esta temporada, en un ‘shakedown’ que celebrarán en Silverstone.
«El dolor de perder es más intenso y dura más que la alegría de ganar. Si pierdes, se te olvidan los récords del año pasado y eso no nos da ningún crédito en 2020. Empezamos de cero y se acerca otro desafío. Los seis son un récord mundial porque es enormemente difícil», justificó durante la presentación el dirigente austriaco sobre los retos de 2020 después de haber ganado seis Mundiales consecutivos, todos los de la era híbrida.
