La situación epidemiológica en Paraguay es crítica, el sistema sanitario, sea este público o privado, no hay camas, el nivel de contagios no baja y se confirma la circulación comunitaria de la variante de Manaos. Mientras, el Gobierno no es capaz de cerrar negocios por condicionamientos internacionales, de Taiwán abiertamente, y detrás por los Estados Unidos, que apoya esta relación.
Si hacemos un retroceso de los acontecimientos, vemos que en enero desde el sector privado y desde la Cámara Paraguay – China, se hicieron todos los intentos posibles para que al país puedan llegar las vacunas chinas contra el Covid-19. Sin embargo, hubo trabas de todo tipo por parte del Gobierno, principalmente de la Cancillería.
Luego, en febrero pasado el ex ministro de Salud Pública, Julio Mazzoleni, había informado en conferencia de prensa que solicitó el apoyo del Ministerio de Relaciones Exteriores para negociar vacunas chinas. Sin embargo, esta iniciativa tampoco tuvo éxito.
Paraguay quedó ligado al Mecanismo Covax, que se tardó una eternidad en enviar un pequeño lotes de vacunas, y no cerró buenos acuerdos con el Fondo Ruso de Inversión Directa para fijar un calendario apropiado de entregas de las Sputnik V.
EL CUCO
Pero cuando se empezaron a cuestionar las actuaciones del Gobierno, ocurrió un hecho llamativo. El 10 de marzo el ministro de Salud Pública, Julio Borba, comentó que fue informado que Taiwán iba a ceder al Paraguay unas 2 millones de vacunas de AstraZeneca, del total de 40 millones que había reservado.
El 14 de marzo el secretario de Estado de los Estados Unidos, Antony Blinken, llamó por teléfono al desaparecido presidente Mario Abdo, agitado además por la crisis política. “Estados Unidos continuará brindando apoyo al pueblo paraguayo para enfrentar la pandemia de Covid-19”, dijo públicamente Blinken.
El camino de las relaciones es con Taiwán, siempre reconoció Estados Unidos.
Finalmente, resultó ser mentira la donación o cesión de 2 millones de dosis de Taiwán, que se iba a pagar a través de un préstamo para la vivienda que el país asiático había donado al Paraguay. Sólo iban a hacer el nexo con el laboratorio americano que produce las vacunas, pero que finalmente tampoco cerraron.
Pero recordemos que luego de que saliera a luz las trabas para comprar vacunas de China Continental, Taiwán no dejó de entregar donaciones, ya sean de insumos médicos de protección, medicamentos para pacientes con Covid-19, y este jueves donaron helicópteros. Este último acto fue la reaparición pública del presidente Mario Abdo después de mucho tiempo.
Claro, son donaciones para buscar popularidad en una población que se pasó cuestionando las decisiones del Gobierno de no firmar formularios requeridos por los laboratorios chinos, sobre todo porque no condicionan el rompimiento de relaciones diplomáticas con nadie, y se basaban en el reconocimiento del aporte a la humanidad de la ciencia china.
DETRÁS DE ESCENA
Pero como las verdades salen a la luz, ya se confirmó la intromisión de Taiwán en la crisis sanitaria del Paraguay, porque el colmo fue que los taiwaneses condicionan el destino de los US$ 12 millones que se iban a utilizar para comprar los biológicos, y que agregan que no pueden ser invertidos en vacunas producidas en la República Popular China.
“Una de las condiciones (para la donación taiwanesa) es que las vacunas chinas no se compren. O, si las compran (los paraguayos), entonces no pueden usar nuestro dinero. El gobierno paraguayo sabe que la sombra de China, los fondos chinos y los canales chinos están detrás de la agitación allí», dijo el ministro taiwanés Joseph Wu.
Y aunque, si bien el canciller Euclides Acevedo había mencionado que no se iba a permitir los condicionamientos, ya sea de los Estados Unidos o de Taiwán, para negociar con los chinos, la realidad parece otra.
Esto se agrava porque además, tanto Luis Ávila, de la Cámara de la Industria Química Farmacéutica del Paraguay (Cifarma), había indicado que ninguno de los formularios requeridos por el Laboratorio Sinovac exigía el quiebre de relaciones con los taiwaneses.
Sin embargo, Alexander Yui, director general del Departamento de Asuntos de América Latina y el Caribe de Taiwán, fue el que aseguró que “la ruptura de las relaciones entre Taiwán y Paraguay es condición previa para recibir la vacuna Covid-19 de China».
Ante esto, la respuesta del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, fue contundente, al hablar “desinformación malisiosa”.
«Instamos a ciertas personas en Taiwán a que dejen de hacer movimientos insignificantes o de crear rumores o de participar en la manipulación política», dijo la portavoz Hua Chunying.
PIERDE EL PARAGUAY
En medio de esta disputa y la lealtad hacia Taiwán, pierde el Paraguay que ha llegado a una explosión de casos sin tener vacunas para inmunizar a la población. Solo veamos un ejemplo, Chile empezó su campaña de vacunación en febrero, y para mediados de marzo ya tenía a 5 millones de inmunizados.
Salvando las distancias, con la mitad de inoculados ya nuestra situación podría ser un poco más alentadora, siempre hipotéticamente hablando y pensando en que se hubiese adquirido vacunas en enero. Claro, no debemos olvidar que Paraguay recibió 20.000 dosis de las CoronoVac de Chile.
Es más, esta situación de trabar las compras de vacunas contra el Covid-19 de los laboratorios chinos llevó al Gobierno a negociar 2 millones de dosis de las Covaxin del laboratorio Bharat Biotech de India.
No solo se traerá al país una vacuna que no tiene una certificación para su uso de emergencia, sino que además se produce en uno de los países con el que China mantiene tensas relaciones desde hace décadas. Coincidencia o no, el Gobierno opta por una vacuna que además de llegar al país no será administrada de inmediato.
HERENCIA DE LA DICTADURA
Esta situación hay que trasladarla en un contexto histórico, cuando la guerra civil china termina en 1949 con Chiang Kai-shek instalando un gobierno paralelo en la isla de Taiwán. Este instaló una dictadura militar, y estuvo en el poder hasta su muerte en 1975.
Dentro del contexto de la Guerra Fría, Taiwán recibe apoyo de los Estados Unidos, y en 1957 los dictadores militares anticomunistas de ambos países establecen las primeras relaciones diplomáticas.
Cuando cae la dictadura del general Alfredo Stroessner China insta a Paraguay a romper relaciones, pero Taiwán persuade al gobierno de Andrés Rodríguez, también colorado, y se reafirma el reconocimiento a la isla.
NECESITA REVISIÓN
Rubén Ramírez Lezcano, de la Cámara de Anunciantes del Paraguay (CAP), indicó que hoy Paraguay pierde solamente en el sector agropecuario US$ 1.200 millones al año por intermediaciones comerciales para llegar al mercado de la República Popular China.
“Es una ecuación compleja para nuestro país, creo que hay una necesidad de proporcionalidad en el esfuerzo del vínculo político de Paraguay con Taiwán, y el costo que tiene para nuestra economía esta situación”, indicó el entrevistado.
Hoy desde la CAP sostienen que el Paraguay debe de hacer todas las gestiones que sean necesarias para acceder a la vacuna contra el Covid-19.
“Paraguay necesita una proporcionalidad de este esfuerzo de política exterior donde los costos para nosotros son importantes. Por ejemplo, Taiwán tiene relaciones comerciales con China, entonces no creo que Taiwán deba o pueda prohibir la gestión de Paraguay. Evidentemente si hay cooperación condicionada debería de revisarse esa situación”, remarcó Ramírez Lezcano.
Un elemento importante a añadir es que solamente 14 países dan un reconocimiento a Taiwán, sin embargo no forma parte de la Organizaciones de las Naciones Unidas (ONU), y otros organismos multilaterales como la Organización Mundial de la Salud (OMS), mientras que China es reconocida como la ONU y forma parte del Consejo de Seguridad.
EN CONTEXTO
Mientras el Gobierno está condicionado por Taiwán, el Paraguay sigue sin acceder a vacunas contra el coronavirus que permitan llegar a gran parte de la población. El esfuerzo de mantenerse fiel a la herencia colorada tiene un gran costo para el país