Su sonrisa ha sacado al Madrid de más de un apuro y su guía ha llevado al club a 11 títulos desde que hace justo cinco años le dieron por primera vez las llaves del banquillo blanco. La era Zidane, sólo intercalada por esos ocho meses de Lopetegui y Solari, cumple un lustro. «No me veo como el Sir Alex Ferguson del Real Madrid», aseguró hace poco. Su filosofía es puro carpe diem. «Disfruto cada día, soy un privilegiado».
Quizá ese modo de vivir y su confianza en una ayuda superior. «Sé que no soy una persona normal, hay una estrella ahí arriba que me protege», le confesó una vez al periodista Frédéric Hermel en una charla que este relata en su libro.
Ahora tiene al Madrid entrando en 2021 vivo en todo: Liga, Champions, Copa y con la Supercopa del España, el primer título en juego y que defiende como vigente campeón, destaca el portal as.com.
No estaba planificado así pero Zidane decidió acelerar abruptamente su deseo de entrenar al Real Madrid. Venía de pasar frío en un 2-2 ante La Roda en Segunda B a verse, el 4 de enero de 2016, ante los flashes. Benítez salía por una puerta del Bernabéu y por otra llegaba “Zizou” en medio de un ambiente enrarecido, con un 0-4 en el Clásico y gritos de «¡Florentino, dimisión!»
El marsellés parecía un kit de primeros auxilios para frenar una hemorragia arterial y terminó, cuatro meses después, levantando la Undécima en Milán. De la depresión a la euforia.
Más “Orejonas”, la 2016-17 pasó a ser la temporada perfecta en términos de Zidane, al menos hasta el momento. Un doblete Liga y Champions (la Duodécima en Cardiff donde desarticuló a la Juventus) quemando el queroseno que le proporcionó su invención de una fulgurante Unidad B (James, Morata, Kovacic, Danilo…) y que ahora está intentando revivir en 2021 con Asensio, Lucas Vázquez y Nacho, entre otros.
LA SECUELA
Esa filosofía de serenidad se vino abajo tras la Decimotercera y sólo cuatro días después anunció que se iba, acompañado en Valdebebas por un Florentino cabizbajo y escudándose en el que el equipo necesitaba «nuevos métodos».
La cinta salta en este momento al 11 de marzo de 2019. El tono mortecino del adiós daba paso en apenas 284 días a un regreso a todo color. «Me llamó el presidente y estoy aquí porque le quiero a él y al club». Una imagen de aquella presentación que puede contener un curioso guiño ahora en clave futura. Dos puestos a la derecha del técnico asistió al acto Raúl. El heredero. Así ve el club al mítico Siete, como el hombre destinado a recoger el testigo de Zidane algún día.
UNA BENDICIÓN DEL CIELO
Eso será en todo caso más adelante, porque mientras tanto Zidane defiende la Liga 2019-20, la Liga del Coronavirus como la definió Ramos, donde Zizou fue el mejor estratega. En estos cinco años, Zizou ha sido el entrenador en 234 partidos del Madrid (157 triunfos, 45 empates, 32 derrotas) en los que ha empleado 76 futbolistas distintos.
«Una bendición del cielo», como le proclamó Florentino Pérez en la celebración de la Supercopa de España, hace justo un año. Una bendición que dura cinco años.