La semana pasada se caracterizó por protestas, marchas, movilizaciones, de diferentes sectores, pero los que más marcaron presencia fueron los campesinos que estuvieron en centro de Asunción hasta el jueves, exigiendo que el Legislativo apruebe un proyecto que establece medidas de impulso a los programas productivos destinados a la agricultura familiar.
Luego de varias idas y vueltas, finalmente el viernes fue sancionado el proyecto de Ley que autoriza al Ejecutivo a prestar US$ 25 millones para que sea destinado a este sector. De este monto global, US$ 16 millones serán para transferencia directa a la agricultura familiar.
FALTA DE POLÍTICAS PÚBLICAS
Es importante mencionar que estas venidas de los campesinos al centro de Asunción es algo que se da todos los años, y en casi todas las ocasiones los labriegos solicitan lo mismo, que el Gobierno implemente políticas públicas que ayuden a los mismos.
En este sentido, el economista Luis Rojas, realizó un análisis respecto a la situación de sector y afirmó que las protestas, movilizaciones, reclamos es el resultado de la crisis del sector campesino y en gran medida esa crisis tiene que ver con la falta las políticas públicas del gobierno y además de políticas erradas que se implementaron a lo largo de estos años.
Comentó que los campesinos forman parte del sector que se encuentran en una situación económica muy difícil, endeudados y sin poder pagar, con problemas de acceso a las tierras, a la comercialización de sus productos, etc.
“Sus productos generalmente no tienen mecanismos de comercialización y quedan en manos de intermediarios que le pagan muy poco, falta de apoyo para la industrialización de su producción, y falta de montón de servicios, como educación, la salud, caminos, infraestructura, en los asentamientos en general son servicios muy precarios, muy insuficientes”, citó.
Rojas manifestó que a esto se le debe agregar la limitada asistencia que brinda el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), que además muchas veces está marcada por la corrupción, “es un sector en crisis, y las respuestas que se dan desde el Gobierno son muy pobres”, indicó.
Señaló que los proyectos sancionado a favor de este sector son paliativos, de urgencia pero necesarios para socorren en un momento crítico con este esto, sin embargo enfatizó en que no soluciona los problemas de fondo que tienen que ver con la falta de política de desarrollo de la agricultura campesina, una política real que incluya acceso a las tierras, créditos blancos, asistencia técnica para una producción diversificada, agroecológica, sana.
“Hoy día la asistencia técnica es para una agricultura de monocultivos, mecánico, intensiva en agroquímicos y eso no es lo que necesita el sector campesino, el problema es bien complejo pero tiene mucho que ver con la falta de apoyo del estado y las políticas equivocadas implementadas”, agregó.
Rojas añadió que no se debe desconocer que existen también presiones de otros grupos, una disputa entre la producción campesina que es minifundiaria y la producción agroexportadora que es en gran escala, como la soja, la ganadería de exportación que pertenecer a sectores empresariales con mucha inversión de capital y que no genera empleo para el pequeño productor.
Así también, se generó en los últimos tiempos una desvalorización hacia el sector campesino y se los ve como un productor atrasado que ya no tiene competitividad o condiciones, pero a criterio de rojas, el campesino puede seguir siendo un productor muy beneficioso para el país en la generación de trabajo, de alimentos y en la conservación del medio ambiente.
“El campesino vive dónde produce entonces por lo general conserva el ambiente donde produce, no así la producción mecanizada a gran escala que el propietario no vive en ese lugar, entonces la afectación es mucho más grave”, refirió.
