Llueven las quejas en contra de la Empresa de Servicios Sanitarios del Paraguay (Essap), ahora varios usuarios han manifestado su inconformidad porque el agua del grifo está llegando totalmente sucia, algo que puede traer consecuencias negativas para la salud.
El director médico del Centro Médico Maitei, Dr. Gustavo Sarabia, comentó que el consumo de agua contaminada afecta directamente al organismo, ya que contiene microorganismos patógenos que pueden desencadenar una serie de reacciones que luego pueden transformarse en patologías graves y severas.
“Somos el país con mayor cantidad de pacientes que recurren a los servicios de salud por vómito y diarrea, la principal causa de consulta en urgencias por la mala calidad del líquido vital y por no contar con una planta de tratamiento residual en pleno siglo XXI”, dijo.
Destacó que el agua es de vital importancia en el sistema metabólico del cuerpo humano, ya que representa la mitad y dos tercios de una persona (varía de acuerdo a peso – altura – edad) pero sería un equivalente a un 60% a 70% en hombre y 50% a 60% en mujeres; y si no contamos con la cantidad suficiente de agua en el organismo o de igual manera de baja calidad, puede ocasionar un deterioro del sistema inmunológico, que sería repercutido en todo nuestros órganos vitales.
“Nos puede ocasionar signos y síntomas leves como la escabiosis, la diarrea o el vómito, así como enfermedades más complejas como el cólera, botulismo y predisponen a muchas enfermedades por el deterioro del sistema inmunológico”, señaló el especialista.
Parece ser que consumir agua embotellada no va a solucionar el problema que están viviendo varios hogares del Paraguay. Tanto la industria como las grandes empresas hacen creer que el agua embotellada sabe mejor y es más sana, pero no es cierto. Estudios indican que una sola botella de plástico requiere los siguientes ingredientes para llevar a cabo su fabricación: 100 ml de petróleo, 80 gramos de carbón, 42 litros de gas natural y 2 litros de agua extra.
Las emisiones de CO2 en el proceso de producción de dichas botellas de plástico son muy elevadas. “Beber agua embotellada puede ser una práctica muy común. Nuestro país, históricamente, ya nos trajo a maltraer en la época del cólera y es importante recordar que el agua debe ser tratada, administrada y distribuida de forma responsable y bien procesada”, resaltó el doctor.
¿QUÉ DICE LA ESSAP?
Respecto al problema del agua turbia, este medio conversó con el gerente de redes de la entidad, Fernando García, quien explicó que el hecho se dio por la ruptura de la tercera aductora, por lo que forzaron a la cuarta aductora que trabaja en paralelo para proveer de agua a la gente.
“Eso causó que se muevan las partículas que están dentro del caño y al levantarse se remite a los hogares. Recibimos 5 reclamos de agua turbia y estamos acudiendo con las cuadrillas para hacer una limpieza de medidores en esos lugares, hasta que se normalice”, explicó.
Agregó que una vez que las partículas se asienten dentro de la tubería se va a normalizar el servicio. “Fue un evento inesperado, reventó una tubería de gran diámetro del Botánico y prontamente acudimos para subsanar el inconveniente”, acotó García.
LA FALTA DE AGUA
Por su parte, el ingeniero Zoilo Benítez, gerente técnico de la Essap, aseguró que el principal inconveniente de Essap en estos momentos es la diferencia entre lo que se produce en la planta de tratamiento y lo que se consume.
“La planta de tratamiento de Viñas Cué está trabajando a su máxima capacidad, en estos momentos está dando 423 mil metros cúbicos por día, sin embargo, lo que consume en un día es de 470 mil metros cúbicos, por eso falta agua en muchos barrios en horarios picos”.
Destacó que Essap está instalando plantas de tratamiento compactas en puntos estratégicos de Asunción y Área Metropolitana. Cada una tiene 100 metros cúbicos y esa cantidad de agua se va a sumar a ese volumen que va faltando, y se estaría disminuyendo la brecha entre lo que se consume y lo que se produce.
El ingeniero apuntó que se estaría mejorando el sistema de operación de las aductoras de esas tuberías de distribución de agua potable, dando una vida útil prolongada. “Las plantas compactas tienen fecha de finalización el 15 de diciembre de este año, ya están en su fase de terminación y posteriormente se verificará el buen funcionamiento, ver que las condiciones de servicio sean las reflejadas en los contratos y la calidad del agua sea la que corresponde”.
Por último mencionó que la inversión de la Essap es de más de G. 52 mil millones para instalar las plantas compactas.
