En un hito trascendental para la comunidad campesina de Caazapá, más de cien familias recibieron sus ansiados títulos de propiedad en una emotiva ceremonia encabezada por el Instituto Nacional de Desarrollo Rural y de la Tierra (Indert). Esta entrega masiva, que forma parte de la tercera gira de distribución de títulos, ha beneficiado a 850 personas hasta la fecha límite de este domingo.
Los afortunados beneficiarios provienen de las localidades de Emilianoré y Oro Ku’i en Abaí, así como de Unión Agrícola en 3 de Mayo, todas ellas en el departamento de Caazapá. Entre los receptores se encuentra Epifanía Cáceres de López, quien, visiblemente emocionada, expresó su felicidad tras recibir el documento que otorga seguridad y estabilidad a su familia. «Estoy sorprendida y agradecida al presidente de Indert. Por fin podemos decir que la tierra es nuestra», manifestó.
Otro beneficiario, Alberto Ortíz, subrayó la importancia de estos títulos para las familias campesinas, destacando cómo los convierte en verdaderos propietarios de sus tierras, un paso crucial hacia la independencia y el progreso.
El presidente del Indert, Francisco Ruiz Díaz, resaltó los logros alcanzados durante su gestión, revelando que en apenas ocho meses se han entregado alrededor de 4.000 títulos, superando significativamente la media de 927 títulos anuales de administraciones anteriores. Este hito marca un avance sin precedentes en la democratización del acceso a la tierra en Paraguay.
En el marco de la ceremonia, el diputado Avelino Dávalos elogió el trabajo del Indert, afirmando que la institución se consolida como una entidad seria y eficiente, capaz de resolver las problemáticas rurales de manera efectiva. El evento tuvo lugar en el Colegio Nacional Emilianoré, en Abaí, Caazapá, y contó con la participación del titular del Indert, el diputado Dávalos, el gobernador de Caazapá, Cristhian Acosta, la concejala Dolly Carvallo y aproximadamente 200 residentes locales.
En sus palabras finales, el presidente del Indert reafirmó el compromiso del gobierno de convertir a las familias campesinas de ocupantes precarios en legítimos propietarios de sus parcelas, garantizando así la seguridad jurídica en el ámbito rural y fomentando el desarrollo sostenible de las comunidades agrícolas del país. Esta entrega masiva de títulos de propiedad marca un paso histórico hacia ese objetivo.
