A través de un estudio realizado por la Unión Industrial Paraguaya (UIP) y la UIP Joven, la empresa Nauta profundizó más sobre los hábitos de compra de los paraguayos y cómo las decisiones diarias pueden impactar en toda la economía de un país.
¿Soles comprar productos en la calle, como gaseosas, aceites, verduras, etc.?, fue la pregunta que se le realizó a 1.200 personas a nivel nacional y llama la atención que más de la mitad respondieron que sí, específicamente el 61% de las respuestas.
Este porcentaje representa a quienes compran productos o servicios desde sus autos mientras el semáforo está en rojo, o de los vendedores ambulantes que se suben a los colectivos, e incluso de los transeúntes que compran artículos para el hogar de los puestos clandestinos colocados en las veredas o plazas. Hay un 9% que comentó comprar siempre, de manera regular, mientras que un 52% dijo hacerlo a veces.
“El factor común de este comportamiento es la informalidad y el trasfondo que puede haber detrás. Consultando a estas personas que afirman comprar productos de manera informal el por qué lo hacen, el principal motivo es para ayudar a las personas que venden en la calle. Me llama mucho la atención que las personas piensen esto, creía que compraban en la calle por un motivo de impulso o porque eran productos más baratos”, afirmó Josefina Bauer, directora comercial de la empresa Nauta.
Agregó que es una respuesta válida, pero habría que ver del otro lado, si en realidad la gente que vende en la calle necesita esa ayuda. “Hay que plantearse qué hacer cómo sociedad y si es una ayuda real la que se está dando o si ayudamos más yendo a un local donde te den una factura”, señaló.
Sin ser conscientes, a través de esta acción, se podría estar incentivando al contrabando y castigando así a las empresas y emprendedores que hacen el esfuerzo de realizar sus operaciones dentro del marco legal y el costo que eso representa.
“Es importante preguntarnos: ¿Cómo hacen las empresas para intentar revertir este resultado, cuando el comportamiento de la gente no apoya el ser legal?, y también el Gobierno, porque nadie controla a las personas que venden en la calle, nadie exige una documentación, no hay una Fiscalía que va y hace el control y pregunta de dónde salió ese aceite. ¿Dónde están las autoridades?”, acotó.
En la venta de productos en la calle hay un inframundo de realidades, productos que pueden ser contrabando y otros no, pero se deja de lado el apoyo a las buenas prácticas laborales y la formalización de los negocios.
Asimismo, mencionó que estos productos, como aceites, productos de limpieza, verduras o artículos para el hogar, no cuentan con ningún tipo de garantía para el consumidor, ni certificado de calidad y tampoco una factura por la transacción realizada.
Señaló que esto sucede mientras que las empresas formales buscan la manera de tener empleados, pagar los impuestos, importar como dice la ley, y la informalidad es una realidad, habría que ver cómo dar oportunidad a esa gente que vende informal y qué oportunidades existen para estas personas.
“Es importante hablar del tema, no podemos hacer como si tuviéramos un elefante gigante en nuestra sala y mirar para el otro lado. Cuando se habla de reactivar la economía y que se siga moviendo dinero, las empresas legales deben ser las más apoyadas, no tengo las respuestas, pero sí miles de preguntas, y es necesario ayudar a la gente promoviendo la legalidad, dándole más fuerza a quienes quieran hacer bien las cosas”, manifestó.
En la encuesta también se preguntó a las personas si creían que comprando productos en la calle afectaban a la economía nacional. Según Bauer, es increíble como hay mucha gente que ni siquiera se planteó el tema.
Por último, precisó que a través de estos datos obtenidos para la UIP existe una radiografía del comportamiento de compras del paraguayo, y su impacto en la economía nacional, reconociendo que a través de la información precisa podemos tomar decisiones de mejora para el futuro.
