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Vivienda propia

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De nuevo la historia de las viviendas de interés social y el anuncio del Gobierno de su propósito de construir unas 15.000 unidades nuevas. Si en algo no nos podemos poner de acuerdo en este país es sobre el déficit habita­cional. Algunas fuentes hablan de no menos de 600.000 viviendas y hasta de 1.200.000, lo cual hablaría de que la mayor parte de la po­blación carece de vivienda propia. Sin embar­go, el último censo de la DGEEC y la STP en la materia dice que el 82,4% de la población tiene vivienda propia, incluyendo aquellos que viven en condominios o estén pagando a cuotas su casa. Sólo el 9,4% vive en casa alquilada, un 6,3% en vivienda cedida y un 1,9% en alguna otra forma de habitación, por ejemplo, ocupación de hecho y no informada.

El intríngulis parece tener alguna salida cuando se empieza a hablar no sólo de vivienda hecha y derecha sino también de “soluciones habitacionales”. En esta última categoría entra una multitud de opciones, desde la construcción de baño y cocina modernos hasta la ampliación, remodela­ción o refacción general vía subsidios.

El problema es que los costos tanto de construcción como de refacción, ampliación o remodelación han cambiado drástica­mente. El MUVH, cediendo a presiones sectoriales, sigue calculándolos sobre el modelo tradicional de vivienda de paredes de ladrillo, techos de teja y aberturas de madera, que presenta las tradicionales complejidades en la instalación de servi­cios, en especial de agua, energía eléctrica, drenajes, etc. No se quiere ni oír hablar de viviendas de materiales prefabricados que permiten una construcción más rápida, más económica, más fácil de acondicionar y mantener. Algunos anuncios en esa dirección han hecho saltar a los proveedores de materiales cocidos con el argumento de que se quiere hacer desaparecer a oleros, cerámicos y fabricantes de aberturas.

Con todo respeto hacia la función del MUVH, ¿qué prioriza en su función? ¿Faci­litar el acceso a la vivienda a quienes no la tienen o sostener el negocio de los fabrican­tes de materiales? ¿Y si probara dar opcio­nes al aspirante a vivienda propia? ¿O los intereses de un sector son más importantes que los del ciudadano sin vivienda propia?

Se nos ocurre que sería un buen capí­tulo a resolver este año que se inicia.

Equipo Periodistico
Equipo Periodistico
Equipo de Periodistas del Diario El Independiente. Expertos en Historias urbanas. Yeruti Salcedo, John Walter Ferrari, Víctor Ortiz.

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