Chapecoense, hasta ese 2016 un equipo del sur de Brasil desconocido para el resto de mundo futbolístico suramericano, soñaba con la que sería su primera final en un torneo internacional.
El equipo de la orgullosa ciudad de Chapecó se había inscrito en la final de la decimoquinta edición de la Copa Sudamericana ante Atlético Nacional, club de la ciudad colombiana de Medellín.
Llegar a la final de la Copa Sudamericana ya era motivo de fiesta antes de buscar el premio mayor para un equipo que había subido en solo cinco años desde la cuarta división de Brasil hasta la Serie A. Pero la tragedia echó a perder la fiesta.
CAMINO TRIUNFAL HACIA EL FIN
Luego de superar en la segunda fase al también brasileño Cuiabá, Chapecoense eliminó en octavos de final a Independiente de Avellaneda, a Junior de Barranquilla en cuartos de final, y a San Lorenzo en las semifinales. Quedaba servida la cita con Atlético Nacional.
Brillaban en aquel equipo que disputaría la Copa Sudamericana Marcos Danilo Padilha, portero e ídolo; Cléber Santana y Bruno Rangel, máximo goleador en la historia del club, con 77 tantos.
El partido de ida de la final debía jugarse el 30 de noviembre en el estadio Atanasio Girardot, de Medellín. Y la vuelta en el Arena Condá, de Chapecó.
El 28 de noviembre de 2016 la plantilla de Chapecoense salió desde el Aeropuerto Internacional de Guarulhos, en Sao Paulo, en un vuelo comercial de Boliviana de Aviación que llegó al aeropuerto de Viru Viru, en Santa Cruz de la Sierra. De allí cambiaron al avión de la aerolínea boliviana LaMia para continuar su viaje hacia Medellín.
La escala se produjo debido a que la Autoridad Aeronáutica Civil brasileña (ANAC) negó el pedido de Chapecoense de volar en un avión privado directo entre Sao Paulo y Medellín. La delegación de Chapecoense tomó el vuelo 2933 de LaMia.
Pero en la noche de aquel lunes 28 de noviembre la aeronave se quedó sin combustible a escasos minutos de tocar la pista del aeropuerto José María Córdova y se estrelló en una zona montañosa de difícil acceso.
Fallecieron 71 de los 77 ocupantes, entre ellos 19 futbolistas: el presidente de la institución, el entrenador y casi todo su cuerpo técnico. El luto cubrió las ilusiones de una final sin desenlace en la cancha.
¿QUÉ ES EL DEPORTE SI NO HAY RIVAL?
A raíz del trágico suceso, Atlético Nacional propuso que se le diera el título de campeón a Chapecoense, decisión que hizo oficial la Conmebol. Así fue como en medio de las lagrimas, el dolor y el espanto la decimoquinta edición de la Copa Sudamericana quedó a nombre del equipo de Chapecó.
La tragedia aérea en Cerro Gordo enseñó a todos la importancia que tiene el rival. Sin él no hay competencia, dijo con voz entrecortada el entrenador Reinaldo Rueda, que por entonces dirigía al Atlético Nacional. No hubo vuelta olímpica en Chapecó. Los campeones habían partido en un viaje sin vuelta.
La final de la vigésima primera edición de la Copa Sudamericana entre el ecuatoriano Independiente del Valle y el brasileño Sao Paulo, campeones de las ediciones de 2019 y 2012, respectivamente, se jugará el primero de octubre en Córdoba, Argentina.
EFE