La violencia patrimonial y económica es la acción u omisión que produce daño o menoscabo en los bienes, valores, recursos o ingresos económicos propios de la mujer o los gananciales por disposición unilateral, fraude, desaparición, ocultamiento, destrucción u otros medios.
Así también el negar o impedir realizar actividades laborales fuera del hogar o privarle de los medios indispensables para vivir, según el artículo 6 del inciso F de la ley 5.777 promulgada en el 2016.
Mirta Moragas, abogada y activista por los derechos de las mujeres indicó que la ley de protección integral a las mujeres contra toda forma de violencia específica lo que es considerado violencia económica.
Moragas explicó que en pocas palabras son el menoscabo de los medios materiales de subsistencia a pesar de que estos sean propios de la mujer, el hecho de privarle de sus bienes o, en el caso de un matrimonio, de los de la comunidad de bienes.
En otros ejemplos Moragas mencionó que la violencia económica se da al obstaculizar o impedir a la mujer que trabaje fuera del hogar, que esta deba entregar todo su sueldo o que no pueda administrarlo.
DIFÍCIL DE IDENTIFICARLO
Para la mujer es difícil de identificar de manera separada o específica el tipo de abuso que puede estar recibiendo. Moragas especificó que cuando hay una denuncia generalmente la violencia económica queda invisibilizada dentro de otros tipos de abusos como el psicológico o físico.
Así también, la abogada refirió que no necesariamente es un tipo de violencia visible o no reconocida como tal. Comentó que hay que entender que la violencia no se da de una sola manera, generalmente donde hay violencia económica y patrimonial también hay psicológica, física u otro tipo de atropello.
MUJERES MÁS INDEPENDIENTES
Si bien es un hecho de que las mujeres están ocupando cada vez más espacios de trabajo que hace décadas, el hecho de la violencia económica es un tema amplio que abarca más allá al acceso laboral, indicó Moragas.
Al estar inmersa en una situación más amplia y compleja de violencia no tiene que ver con el hecho de que se pueda o no ganar el propio dinero sino con las relaciones desiguales de poder, lo que significa de alguna manera la violencia, sostuvo.
SALIR DE ESA SITUACIÓN DE VIOLENCIA
Al ser consultada sobre cómo una mujer puede salir de este escenario expresó que de la misma manera en que se sale de cualquier situación de violencia.
Mirta mencionó que se puede romper con el ciclo con solicitud de una orden de restricción, exclusión del hogar y otras medidas de carácter económico que acabe con ese aislamiento. Otra medida es la posibilidad de pedir una medida cautelar en lo que tiene que ver con la prestación provisional de alimentos.
Asimismo, Moragas resaltó que se puede hacer la denuncia de cualquier hecho de violencia puede hacerla la misma persona sin la necesidad de un abogado, sin embargo en el caso de buscar asesoramiento el Ministerio de la Mujer tiene la línea 137 donde ofrecen servicios integrales para cualquier ambiente de vulneración que esté sufriendo la mujer.
Se puede hacer la denuncia como proceso gratuito que no se necesita patrocinio de abogado, lo puede hacer la misma persona o cualquiera que conozca del procedimiento. El 137 ofrece servicios integrales y asesoramiento del Ministerio de la Mujer.
IMPIDE EL DESARROLLO
Cualquier caso de agresión afecta en todos los aspectos a las personas. En el caso puntual de la violencia económica hay una vinculación con el desarrollo profesional. “Las mujeres teniendo la capacidad de estar en el mercado de trabajo, de tener capacitación profesional y al no poder ejercer plenamente su capacidad de economía ya sea produciendo o administrando sus bienes, obviamente es una limitación para su crecimiento personal”, manifestó.
La violencia casi nunca es aislada, por eso es una suma de muchos tipos de agresiones las que perjudican al desarrollo íntegro. “Las mujeres que son víctimas de violencia generalmente son menos productivas”, destacó.
Todo tipo de violencia es un obstáculo para el desarrollo profesional de mujeres y hace que sea una dificultad adicional para las mismas a la hora de ingresar al campo laboral, más allá de que cada vez hay más mujeres preparadas que estudian y son capaces de asumir posiciones de liderazgo en cualquier empresa o institución, concluyó Moragas.
750 millones de mujeres y niñas, en todo el mundo, se casaron antes de cumplir 18 años, dato que revela que estarían sometiéndose económicamente por la corta edad.
77 centavos gana una mujer por cada dólar de un hombre, a nivel mundial, según datos del PNUD.