El implante subdérmico se coloca gratuitamente en los servicios de salud de cabecera de cada Región Sanitaria. Cualquier mujer puede acceder a su colocación. En el sector privado tiene un costo de G. 3.500.000.
Es bueno conocerlo como una opción más dentro de todas las posibilidades disponibles para prevenir embarazos no deseados ya que se indica para todas las mujeres que lo deseen y que respondan a los criterios de elegibilidad que plantea la Organización Mundial de la Salud.
Su principal ventaja es la duración de 3 años a partir de su aplicación. La doctora Patricia Veiliuva, directora General de Programas de Salud del Ministerio de Salud Pública, comentó que se trata de un dispositivo que por dentro tiene incorporada una hormona, un progestágeno que se va liberando continuamente durante 3 años, lo que hace es inhibir la ovulación y así evitar el embarazo.
Señaló que la barrita es de material plástico apto para colocar debajo de la piel y mide como 4 centímetros. “Hay estudios que están elevando evidencias sobre la duración hasta 5 años, pero hoy por hoy podemos decir con certeza que durante 3 años es de alta eficacia, con un 99.9% de seguridad, ya que no depende del usuario, sino de la correcta colocación”.
Resaltó que al cabo de esos tres años si se saca, se puede volver a colocar sin ningún problema.
“Es una hormona tan noble que no tiene límites de edad. Contamos con personal capacitado para la colocación y el retiro en el tiempo que la usuaria considere. A nivel ministerial tenemos disponibles estos implantes subdérmicos”, acotó la especialista.
La doctora Veiliuva finalmente afirmó que es un método muy seguro, pero recordó la importancia de la doble protección.
“Es necesario exigir una buena consejería en relación a los métodos anticonceptivos. El implante no protege contra las enfermedades de transmisión sexual, por ello hay que recalcar la importancia de la utilización del condón para evitar riesgos”, concluyó.
EL IMPLANTE
En líneas generales no presenta efectos colaterales, sí puede presentar la característica en ciertas mujeres de alterar el sangrado menstrual, volviéndolo a irregular en algunas, en los primeros meses por sobre todo, pero luego eso se va regularizando.
Se coloca generalmente en el brazo, en el tejido celular subcutáneo, una capa de grasa que se tiene debajo de la piel, en un procedimiento que dura aproximadamente 20 minutos, con un pequeño corte.
No tiene repercusión con la fertilidad a largo plazo, es decir se retira el implante y la paciente empieza a tener su ciclo menstrual de manera normal y puede quedar embarazada.