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Transporte público en terapia

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Es cada día más imperativo reordenar el “plato de tallarines”

Así como la educación y la salud son ámbitos que tendrán que se reformulados cuando la pandemia pase al “modo endemia”, el transporte público de pasajeros en áreas urbanas también tendrá que ser sometido a una transformación que lo convierta en un verdadero servicio a la ciudadanía en lugar de lo que es: un sistema de acarreo de personas sin método ni calidad alguna.

Un experto israelí que se cansó de venir al Paraguay a formular recomendaciones para mejorar el transporte de pasajeros concluyó en que los itinerarios en el gran Asunción, vistos esquemáticamente, se asemejan a un plato de tallarines, tal es el revoltijo de líneas e itinerarios existente. Esa realidad es relativamente fácil de explicar pero casi imposible de modificar, salvo que se entre con topadoras y palas mecánicas a demoler el demencial cúmulo de intereses económico-políticos que domina el sector.

Las líneas son adjudicadas a golpes de influencias políticas. Los seccionaleros, diputados, senadores, concejales y caciquillos de la política basura tironean como buitres del gran festín de itinerarios del área metropolitana.

Si el metrobús fracasó es porque reordenaba de movida el “plato de tallarines” ajustándolo a los troncales del sistema y convirtiendo líneas sueltas en canales de alimentación, tal como ocurre en Santiago de Chile, Ulan Bator o Mogadiscio. El metrobus fue pensado para convertir el transporte de pasajeros en un servicio público eficiente, al alcance de todos, que diera seguridad al pasajero y le ahorrara tiempo de viaje permitiéndole además organizar mejor su jornada.

Pero los grandes padrinos de la mafia del transporte vieron en eso una amenaza directa para sus intereses y se encargaron de abortar el proyecto en plena gestación. “Gracias” a ello, Asunción, como capital, tiene el peor sistema de transporte de pasajeros del continente, caravanas de camiones que acarrean gente como si fuera carga a granel en unidades destartaladas y pestilentes.

Como guinda de esta repugnante torta, las reguladas a que estos delincuentes someten a la ciudadanía están a medias remendadas con el método preferido de la gestión pública: la improvisación, abriendo lugar a “contratistas” de ocasión.

No podría concebirse un panorama más miserable para una ciudad capital. Urge cambiar las cosas, cuanto antes.

Equipo Periodistico
Equipo Periodistico
Equipo de Periodistas del Diario El Independiente. Expertos en Historias urbanas. Yeruti Salcedo, John Walter Ferrari, Víctor Ortiz.

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