El Ministerio del Interior tenía registrados 39 policías fallecidos hasta el último lunes. Además, hay otros 40 que están en UTI. Existen otros 500 que están con reposo. Esto producto de estar con síntomas, o con el Covid-19 confirmado.
María Elena Andrada, jefa de Relaciones Públicas de la Policía Nacional, expresó que los controles se intensificaron desde el 10 de abril. Pero ahora el decreto establece más restricciones que harán más visibles los procedimientos.
“Tenemos mucho más trabajo y menos personal. Con los que sobran se trata de llenar las expectativas de la gente. Se parten en mil pedazos los oficiales para cumplir con estas exigencias y también atender las denuncias de los demás códigos”, expresó.
Andrada señaló que no existen compensaciones económicas por este trabajo extra. Y que existen directores y jefes de comisaría que sólo acuden dos veces a sus casas por semana, por el temor de transmitir el virus a sus familias.
En el país existían 23.639 policías a inicios de año. A esto se restan los fallecidos y los que están en reposo. Entre estos están alrededor de 4000 que cubren embajadas, ministerios, residencias y son escoltas de parlamentarios.
Un oficial que tiene síntomas relacionados al Covid-19 acude al centro de salud más cercano. Si el médico tratante concluye que posiblemente tenga el virus, es derivado inmediatamente al Hospital de Policía.
Este año alrededor de 2000 suboficiales se graduarán. Se estima que en mayo estos ya se incorporarán a las diversas comisarías del país.
PROCEDIMIENTOS
Acto seguido, Andrada señaló que cuando reciben denuncias de juegos de fútbol o piki voley que generan aglomeraciones, va un patrullero, compuesto de 3 a 4 oficiales, para pedir abandonar el lugar a los presentes.
Caso contrario, filmarán a los participantes. El material audiovisual luego lo entregarán con un acta al Ministerio Público.
“En el caso que se resistan. Si se muestran hostil o agresivos, allí recién haremos las aprehensiones. Y damos participación también al Ministerio Público”, expresó.
SAN BERNARDINO
Derlis Martínez, jefe de la Comisaría 16 de San Bernardino, expresó que cuentan con el apoyo de funcionarios de la comuna local, de la Codeni, de la Caminera y de los centros de Salud de la ciudad.
Una vez que la policía tiene conocimiento de las infracciones. Al llegar piden a través de megáfonos que se alejen del lugar. En caso de encontrar negativa filman a los infractores y labran actas para entregarlos al Ministerio Público.
“Hacemos patrulla preventiva. En la ciudad tenemos buen relacionamiento con empresarios gastronómicos y hoteleros. A diferencia de Asunción. Hasta ahora no encontramos ninguna resistencia”, expresó.
El comisario resaltó que existen muchas denuncias más relacionadas a la violencia (intrafamiliar por ejemplo). Que deben dejar de priorizar muchas veces para atender estas aglomeraciones.
“Nos limitan a otras tareas preventivas en las que deberíamos priorizar como los controles en los barrios, urbanizaciones. Esto es una nueva carga que tenemos que cumplir los decretos y ordenanzas”, manifestó.
Martínez resaltó que hasta la fecha no registran reacciones violentas por parte de las personas. A diferencia de la policía de Asunción y Gran Asunción.
“Hacemos trabajos en conjunto con otras comisarías como la de Caacupé y Altos. Además contamos con apoyo de los linces y del Grupo Especial de Operaciones”, expresó finalmente.