Lara Tomassi Bogarín es una de referente dentro de la escena artística local, destacándose sobre las tablas por su inigualable talento y detrás del telón por un carisma sinigual. “Creo que soy muy fiel a mis valores, soy espontánea y ando sin rodeos”, es una frase que resaltó sobre su definición como persona.
Cuenta que la actuación es su refugio, un espacio donde interpretando personajes puede expresar tanto sus alegrías como frustraciones.
“Lo más lindo es que también es una terapia que me ayuda a superar mis miedos e inseguridades. Supe desde muy chica que era lo que me gustaba. Habré tenido 4 o 5 años cuando ya me veía interpretando en el espejo, con el cepillo de brushing de mi mamá, a Bibi Landó en el Mundo Mágico”, señaló.
Otra faceta de su vida se remonta al mundo de la moda, con las luces y los flashes, específicamente a la alta costura. Lara tenía 11 años cuando se introdujo de lleno a las pasarelas, se acababa de mudar de Ciudad del Este a Asunción.
“Los organizadores de un desfile me vieron caminando por el Shopping del Sol. Me invitaron a ser parte del evento y mis padres dieron el OK. Desde ahí ya no paré. Eso sí, por la altura no recuerdo haber desfilado para marcas de niños”, resaltó.
AMOR POR LA ACTUACIÓN
Actualmente cada vez le dedica menos tiempo a la moda, ya que se está volcando de lleno al teatro y a no descuidar su formación como actriz.
“Nosotros tenemos que estar siempre listos, entrenados como decimos en el medio. Un casting no nos puede agarrar de sorpresa y la verdad es que disfruto mucho más del desafío de la interpretación. De hecho, después de un tiempo entendí que cuando era chica incursioné en la moda más como un juego interpretativo que por convicción”, mencionó.
Sobre cuál fue el momento donde más plena pudo sentirse dentro de todas sus facetas, manifestó que en muchas ocasiones experimentó esa satisfacción, siempre dependiendo del contexto.
“Si basamos en la actuación, por lejos cuando al término de cada función llega el cálido aplauso del público. Y también ese momento post función, cuando te esperan afuera del teatro para felicitar por el trabajo… uy, no tiene precio”, añadió.
Finalmente, relató que entre sus proyectos personales se encuentra concretar su casamiento que tuvo que haber sido el pasado 18 de abril.
“En lo laboral, seguir contando con la confianza de la empresa en la cual trabajo y llevar al escenario alguna obra con un mensaje social, en cuanto la situación actual nos permita”, concluyó.