El personal de blanco sale a las calles a reclamar insumos para salvar vidas en medio de un desabastecimiento generalizado. Hace un mes Marito vio la realidad en Guairá e intentaron tapar con vídeos y buenas acciones, pero hoy explota por todos lados.
La pandemia del Covid-19 vino a demostrar en el Paraguay que la corrupción y la prebenda política tiene un alto costo, que ser el “país de los amigos” hoy evidencia la putrefacta estructura del Estado que no es capaz de dar respuesta a los reclamos de la ciudadanía.
La salud pública hoy está en llamas, vemos a funcionarios del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias y del Ambiente Juan Max Boettner (Ineram) decidieron movilizarse para exigir al Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social (MSP) la provisión de medicamentos, principalmente para los pacientes que se encuentran internados en grave estado por coronavirus.
Es que los soldados de bata blanca se quedan con las manos vacías, pues el Estado no es capaz de dar respuesta, y los familiares de pacientes con Covid-19, no solo del Ineram sino de todo el país, se van quedando sin recursos económicos para poder comprar los insumos médicos que en el MSP dicen que no hay, pero que se consiguen en las farmacias.
“Lo que hicimos fue respetar el dolor de cada ciudadano dentro (del Ineram) y que no nos afecte las necesidades que teníamos para poder dar el 100% de nosotros. Pero hoy sin insumos ya no podemos callarnos porque necesitamos esos insumos para poder seguir trabajando, sin insumos no podemos salir a la guerra”, dijo la licenciada Eva Caje del Ineram.
Señaló que ahora el personal de blanco está respondiendo, pero cuando caiga ya no habrá nada. “Cuando nosotros nos caigamos va a ser la misma historia porque no habrá medicamento”, refirió, y añadió que los familiares están pasando hambre para poder cubrir los gastos.
La mujer dijo que espera la intervención de las autoridades sanitarias, para que el Ministerio de Salud, como ente rector de la salud pública, retire los fármacos de sedación de las farmacias, o al menos que endurezca medidas para evitar la especulación.
“Así como no tuvieron drama para retirar la hidroxicloroquina de las farmacias particulares, le pedimos que retiren todos los medicamentos de sedación que tienen las farmacias, y si no pueden que por lo menos la Superintendencia de Salud se haga cargo y que no le sobrefacture a esta gente que está desesperada”, enfatizó Caje.
Añadió que hace siete meses una ampolla de sedación costaba G. 25 mil y ahora está por los G. 120 mil.
“Ya no podemos, ya no aguantamos, no podemos callar la falta de insumos. No queremos ser cómplices del asesinato de los pacientes que están hoy en el Ineram”, remarcó.
SE EXPANDE
Pero la situación crítica no sólo es del Ineram, pues en el Hospital Nacional de Itauguá, uno de los centros de referencia del país y donde también se da una dura batalla contra el Covid-19, se decidieron suspender las cirugías programadas para redistribuir los sedantes que necesitan los pacientes entubados.
La directora Yolanda Gonzalez informó que allí están con 130 internados y 55 están en las unidades de terapia intensiva (UTI), lo que refleja un 90% de ocupación de camas de terapia. Esta situación, que viene en aumento en esta ola de contagios, también acapara la falta de sedantes como el Atracurio, es por eso que la medida fue tomada.
“Ahora se presenta la situación de la suspensión de las cirugías programadas, de tal manera a que todo sedante sea directamente distribuido al área respiratoria. Recibimos la resolución anoche”, informó la doctora González.
Mientras que en el Este del país también se ve una situación de aumento de contagios, por lo que refleja un aumento de ocupación de camas. El gobernador de Alto Paraná, Roberto González Vaesken indicó que también en esa zona del país ya se observa la falta de medicamentos.
“Hoy tenemos problemas de medicamentos. Al sistema de salud de Alto Paraná le está faltando medicamentos para asistir a los pacientes”, refirió a la 780 AM.
CAMBIO DE TIMÓN
Desde el Círculo Paraguayo de Médicos criticaron también esta situación, indicando que siempre se advirtió de la falta de insumos, en la primera etapa fueron los equipos de protección individual (EPI), como mascarillas, batas, entre otros, y ahora la faltante de fármacos.
“Un año de tiempo se tuvo para ejercer una alguna idea administrativa para que no se produzca lo que se está produciendo ahora”, dijo la doctora Gloria Meza, quien añadió que en Paraguay se sabía que las internaciones podrían colapsar, pero que no se previó.
Para la representante de los médicos, es necesario hacer un cambio urgente y retroceder a una fase cero total como fue en la primera etapa de la pandemia, porque todos los servicios van colapsando, no van quedando camas para internados, no van quedando ambulancias disponibles y ya no quedan medicamentos.
“Se debe imponer un retroceso total, llevar a una fase cero nuevamente por lo menos dos semanas de manera a aliviar un poco la saturación del sistema, o si no iremos de mal en peor”, mencionó la doctora Meza a la 730 AM.
Remarcó además que es necesario volver a respetar los protocolos sanitarios, evitar las aglomeraciones y las fiestas por un tiempo.
FUE ADVERTIDO
Cuando aumentaban los reclamos de corrupción contra el Gobierno, que se vio envuelto en escándalos tras escándalos con los fondos Covid, el presidente de la República, Mario Abdo Benítez, anunciaba a finales de enero que cerraba sus ojos y oídos “por salud mental”.
Mientras aún los trabajadores de blanco seguían aguantando los embates diarios, mientras la ciudadanía pedía a gritos insumos y la vida de una persona dependía de una pollada, el mandatario ante el reclamo tuvo el tupé de decir “moopio che aikuaata”.
El 4 de febrero pasado el taxista Joel Oviedo había irrumpido en un acto del presidente, en Villarrica, para pedir ayuda porque ya no le quedaba dinero para comprar medicamentos para su hermano. Cuando la prensa abordó sobre este punto el presidente dijo: “Yo no soy médico de acá, moopio che aikuaata, no conozco qué insumos hay acá”.
Ya se le advertía de la realidad, y haciendo uso y abuso de la imagen del taxista luego el gobierno difundió un vídeo del señor agradeciendo el gesto del presidente, que dijo que iba a “solucionarle” y si había que pagar él se iba a hacer cargo.
A un mes, los funcionarios del Ineram, los familiares de los pacientes con Covid-19 internados, piden que alguien se haga cargo de la provisión de insumos y sedantes.