El ministro de la cartera de Educación, Eduardo Petta, afirmó en su informe de gestión correspondiente al 2018-2020, que las clases virtuales alcanzaron a un 90% de niños y jóvenes según una encuesta, asimismo, una de las declaraciones que más llamó la atención fue que resaltó la educación paraguaya diciendo que es mejor que la de “Argentina o Chile”.
Sobre tal punto, Nancy Ovelar, exviceministra de Educación, manifestó que el MEC debe recuperar la conectividad con la realidad, primero con sus estudiantes y con sus docentes.
“Entre lo que dice el ministerio y lo que uno ve y escucha por testimonios de los propios docentes y familias, el MEC se limita a un discurso autocomplaciente que solo ve lo que quiere ver, un discurso absolutamente desconectado de la realidad. En primer lugar hay que analizar, cómo uno puede medir el éxito o el fracaso de una iniciativa en la medida en que la mayoría de los que forman parte de esa comunidad educativa acceden a la propuesta que plantea el ente rector”, añadió.
ESCASA ACCESIBILIDAD
Comentó que los datos son claros y duros, donde la mayoría de los estudiantes no cuenta con los dispositivos y tampoco tiene conectividad, solo el 24% de la población general tiene servicio de WIFI.
“Ese ya es un indicador y uno tiene que aprender a trabajar partiendo de los datos de la realidad, porque o sino se corre el riesgo de construir castillos en el aire. Por otro lado, mirando ya lo pendiente, creo que de lo que el ministerio tiene que preocuparse en trabajar de manera interdisciplinaria o con otras instituciones porque esto va a ser largo, la proyección y todos los trabajos de información de inteligencia te dicen que el escenario complejo que plantea la pandemia puede prolongarse”, mencionó.
Enfatizó que ante esa situación, la prioridad debería ser que los estudiantes tengan un acceso de estos al formato virtual.
“En cuanto al formato virtual, el MEC tiene que preocuparse e invertir en desarrollar su propia plataforma, porque hoy comete el error de obligar a los estudiantes, por resolución, a usar las aplicaciones de Microsoft habiendo tantas aplicaciones libres. Siempre va a ser un fracaso cualquier propuesta de educación virtual”, agregó.
CAPACITACIÓN
Remarcó que los docentes paraguayos no están capacitados para utilizar esos sistemas de gestión del aprendizaje y fundamentalmente los de gestión de contenido.
“Vale decir que el contenido del currículum nacional no está trabajado para el formato virtual, entre el PDF que el docente envía por WhatsApp al alumno y ejercicio que también envía por ahí, no existe un proceso didáctico que pueda generar ningún aprendizaje. Todos estos son factores que se tienen que analizar a la hora de evaluar el éxito de una propuesta virtual”, señaló.
Indicó que en la medida en que la cartera de Educación no reconoce las limitaciones e ignoren eso, se equivocan en lo que proponen, porque la prioridad debe ser trabajar en la capacitación de los docentes, para que aprendan a utilizar estos sistemas que forman parte de las plataformas virtuales.
“De hecho, existen disciplinas en los colegios técnicos, por ejemplo, cómo le vamos a enseñar a un estudiante de electromecánica cuestiones que tiene que ver con motores o circuitos eléctricos. Hay una parte teórica, pero cuando se tiene que entrar en la práctica lo virtual no es suficiente. Lo que se puede hacer es analizar bien qué contenidos son más aptos para el formato virtual. Todo eso requiere un ministerio inteligente que planifique, porque eso permite anticipar lo que va a ocurrir y para poder hacer eso, se debe estar con los pies en la tierra, con una visión crítica y los datos de la realidad. Si yo me autoengaño y quiero convencerle a todo el mundo que lo que estoy haciendo es un éxito, ahí empieza mi propio fracaso”, acotó Ovelar.
REALIDAD DESCONOCIDA
Destacó que se pasan con un discurso completamente exitista, además, refirió que jamás se atrevería a decir que el Paraguay es mejor en la región.
“Ese es un discurso mentiroso que a todas luces pretende convencernos de que lo negro es blanco. Hay que relevar datos para poder plantear soluciones que apunten a la realidad, porque si yo desconozco la realidad, todo lo que propongo no va a tener éxito porque es desde una visión distorsionada de la realidad”, argumentó.
Finalmente, expuso que no le extrañaría que hasta modifiquen datos para convencernos de que estamos mejor.
“Eso es peligroso porque habla de características que rayan la irresponsabilidad en el manejo de una política tan importante como lo es la educativa. Realmente los chicos y las familias sufren estas consecuencias”, concluyó.
PEORES SISTEMAS
A su vez, Sebastián Da Ponte, gerente del Club Escuela Solidaria (CES), aseguró que no está de acuerdo con la afirmación que realizó el ministro de Educación, Eduarto Petta, porque todos los indicadores internacionales, los propios informes del MEC y los internos arrojan como es uno de los peores sistemas, hasta nos ubican en los últimos números a nivel mundial.
“El problema es que le pasaron un informe falso o directamente tiene un problema psicológico con el aislamiento de la realidad, porque hay una gran inconsistencia entre el informe y la gestión en este periodo de crisis”, sostuvo.
Citó que hay una ausencia total a la hora de la voluntad de realmente llevar adelante un Ministerio de Educación. Además, afirmó que la falta de políticas permanentes y públicas son los grandes flagelos que conlleva la educación paraguaya.
“La educación era desastrosa antes y no sirve, lo digo de manera categórica. Los indicadores, contenidos, sistema calificativo, inclusive la merienda escolar para el neurodesarrollo son un fracaso rotundo. Las clases presenciales ya no servían y hoy se agravaron porque no se puede pretender llevar adelante una clase online haciendo un copy paste de lo presencial. Se digitalizó el fracaso, se llevó a la computadora, al WhatsApp y a la televisión abierta”, expresó.
Asimismo, declaró que el manejo de la situación en sí con la llegada de la pandemia fue paupérrima, ya que el Paraguay está semipreparado para implementar la enseñanza online.
Por otro lado, opinó que la educación actual va a seguir generando mayor pobreza a corto, mediano y largo plazo. “La pobreza es la ausencia de la educación”, remató Da Ponte.