El Ministerio de Salud pública adjudicó a la empresa Dysa Healthcare SA de Florencia Llano por G. 3.332 millones (US$ 490.000) para mantenimiento de tomógrafos además de otros accesorios informáticos.
Sin embargo en la información de la licitación disponible en el portal de la Dirección Nacional de Contrataciones Públicas (DNCP), se observa algunos costos llamativos.
Por citar algunos ejemplos; el mantenimiento de los tomógrafos es de G. 142 millones por unidad, cambios de teclado G. 6.800.000, cambios de mouse G 2.037.000.
La publicación del llamado se realizó el pasado 30 de abril. Curiosamente, solo cinco días antes, Pablo Lezcano, director de la Unidad de Contrataciones de la cartera sanitaria presentó su renuncia al cargo. Y en la misma fecha que esta licitación se publicaba en la web de la DNCP, Alcides Velázquez, director general de Administración y Finanzas de la misma cartera, al igual que su excompañero Lezcano, también presentaba su renuncia al cargo.
Esto tras comprobarse una serie de irregularidades en una de las primeras compras de insumos médicos a mediados de abril. En el caso que involucra a las empresas de Justo Ferreira.
Emiliano Fernández, director de planificación y evaluación es el nuevo responsable de lo relacionado a las licitaciones. Pero, a diferencia de sus renunciantes excompañeros en el ministerio, él no responde a nuestras consultas sobre las diversas irregularidades que se siguen presentando.
IRREGULARIDADES
A fines de mayo Contraloría y la Comisión de Control de Compras de Arnaldo Giuzzio, detectaban irregularidades en la licitación donde Salud compraba insumos médicos a las empresas Imedic SA y Eurotec SA, ambas de Justo Ferreira.
Esto se acentuó cuando, una semana después, nuevamente la comisión de Giuzzio anunciara la detección de otras irregularidades en 32 licitaciones. A pesar de ello, hoy, 45 días después, el Ministerio Público no tiene a nadie tras las rejas, a pesar del incalculable perjuicio económico al país que representaban todos estos llamados.
