El mencionado álbum es el primero de estudio de la artista y tiene 9 canciones, de las cuales Sofía escribió 8, entre los años 2018 y 2021. Están en todas las plataformas digitales, Spotify, YouTube Music, Apple Music, Deezer, etc. y son bastante variadas en estilos.
Contó que, junto con la banda, estuvieron preparándose mucho para un concierto de lanzamiento y después pasaron a tocar el álbum en bares y tienen la idea de tocar también fuera de Asunción.
Su próxima presentación será el jueves 25 de noviembre a las 21:00, el precio de las entradas es de G 30.000 en el Café del Teatro Municipal, festejando su cumpleaños. Afirmó que no es un evento privado y que su cumpleaños en realidad es solo una excusa.
Para ella, este es un evento especial debido a que se presenta como pianista y cantante después de tiempo. Además, aseguró que hay un montón de invitados especiales para cantar cada tema del álbum como también temas originales suyos.
Reveló que aparte de ello, su proyecto como solista para el futuro está germinando de a poco, mientras escribe canciones nuevas y planea algunos shows sola con el piano.
Mencionó que desea volver a estudiar canto y piano, en un enfoque más popular, tirando más al jazz, a la improvisación, un poco de composición.
Igualmente, la artista estudia psicología en Córdoba, Argentina, y eventualmente debe de volver allí, por lo que siente muchas ansias de presentarse en dicho país también.
“Integrarme más en la escena, posiblemente armar una banda estable, poder trabajar al menos un poco haciendo música, lo que me permita mi carrera universitaria”, comentó.
Confesó que quiere poder llegar a trabajar y vivir de la música en algún momento, por lo menos unos años y que quiere tener mucha experiencia, ya sea como solista, sesionista, algo que realiza de vez en cuando y disfruta mucho, o como miembro de una banda.
“Me veo haciendo esto bastantes horas al día, entre ensayos, shows y logística en general”, aseveró.
Expuso que sueña con alguna vez hacer una colaboración con Purahei Soul o con NestorLó y Los Caminantes. “Creo que son de los proyectos más hermosos y trabajados que tenemos a nivel país. Se nota el amor y esfuerzo en lo que hacen”, opinó.
A su modo de ver, la industria nacional de la música está creciendo muchísimo. “El talento siempre estuvo en el país, pero faltaba que crezca la industria y el consumo de lo nacional”, expresó.
Consideró que durante la pandemia hubo un montón de lanzamientos, crecimiento, apreciación y difusión de lo nacional y que en el ambiente en el que se mueve, observa que hay muchísima colaboración y apoyo mutuo, lo que a su parecer es un componente clave para que todos los proyectos puedan salir adelante.
Sostuvo que hay mucho por hacer todavía en cuanto a la difusión y el consumo de lo nacional en estilos como el pop, rock, indie, entre otros. “En general la música urbana tiene un lugar especial en nuestra cultura y creo que falta apreciar y promover más otros estilos, en los que hay artistas súper interesantes haciendo propuestas novedosas y hermosas”, reflexionó.
LA MÚSICA Y LAS AUTORIDADES
Recordó que hubo un tiempo durante la pandemia por Covid – 19 en el que existieron muchos problemas con los subsidios para los artistas y que esto significó un golpe para mucha gente.
“Todavía es demasiado difícil vivir de la música acá y el presupuesto para cultura, como para muchas otras cosas, está lejos de ser el ideal. Estaría bueno ver más festivales, más propuestas de la municipalidad, más presupuesto a proyectos artísticos, como por ejemplo para las casas culturales, que son espacios súper necesarios para compartir y promover arte, música, hacer difusión, conexiones”, reflexionó.
EL CANTO Y SOFÍA
Para la artista, el cantar es una catarsis fundamental. Le permite liberar muchas tensiones, expresarse de forma más profunda y personalmente. Garantizó que, a la vez, siempre le hizo conectar con personas a las que también les gusta cantar. “Crea vínculos muy fuertes y especiales, incluso neurológicamente hablando”, aseguró.
Sofía comenzó a cantar a los 3 años aproximadamente, aunque también sabe que tarareaba en su cuna antes de dormir y toca el piano desde alrededor del año 2008.
Cree que su primer acercamiento fue cuando sus papás la llevaron a una sesión de grabación de un coro de niños dirigido por la profe Marijó Veiga. “Fue la primera prueba para ver si yo también cantaba, como mi mamá y mi hermana. Agarré el micrófono y de ahí no solté más. Mis padres siempre me impulsaron a hacer música y a la vez siento que ella me buscó a mi tanto como yo a ella”, concluyó.