Más allá de obtener beneficios económicos o financieros, cada vez hay más firmas o
grupos comerciales que se comprometen con el contexto social e, impulsando
proyectos de impacto, buscan contribuir con una causa, sumando esfuerzos en la
búsqueda de soluciones a determinados problemas que aquejan a la población.
Así, además de aportar con la producción de bienes o servicios, organizaciones
corporativas se involucran de manera voluntaria en el desarrollo de iniciativas
beneficiosas para la comunidad a partir de programas de Responsabilidad Social
Empresarial (RSE).
Las nuevas tendencias de Responsabilidad Social Empresarial (RSE) buscan dirigir
estos proyectos hacia un nuevo rumbo, de la mano de iniciativas más integrales,
que involucren estrategias relacionadas al sector social, ambiental, de producción,
sustentabilidad y transparencia.
En los últimos años, el medio ambiente está ganando protagonismo entre la
actividad empresarial. Cuando la pandemia otorgó una nueva perspectiva respecto
a la relación entre la salud y la naturaleza, la mayoría de las empresas tomó
conciencia de que no es posible imaginar un mundo, sin concebir la preservación
del capital natural como una tarea esencial.
Según el Fondo Monetario Internacional (FMI), para lograr los Objetivos de
Desarrollo Sostenibles establecidos para el 2030, el sector público y el privado
deben invertir en todo el mundo entre dos y tres billones de euros. Esta inversión no
solo beneficiaría al planeta, sino también a la creación de 380 millones de puestos
de trabajo en todo el planeta.
Por este motivo, la preservación de los recursos hídricos y el uso racional del agua
se convirtieron en los focos principales de la unión entre el sector público y privado
para salvar al medio ambiente a nivel local e internacional.
Por ejemplo, Coca-Cola celebró el Día Mundial del Agua recordando la importancia
de su cuidado y conservación en las comunidades en donde opera. Con una
iniciativa en la Reserva del Mbaracayú, benefició a 252 familias de agricultores
mediante el método de siembra directa en más de 360 hectáreas.
El proyecto favoreció la productividad de los suelos y la infiltración de agua de lluvia
a fuentes subterráneas. La iniciativa de conservación de agua en la Reserva de
Mbaracayú fue impulsada de manera conjunta con la Fundación Moisés Bertoni y
Fundación Avina en el Departamento de Canindeyú.
A la par de la conservación y preservación del agua, el reciclaje también gana
protagonismo entre las iniciativas de Responsabilidad Social Empresarial.
En otros países de Latinoamérica, específicamente México, el Grupo Bimbo, Kappa,
L’Oreal, Nestlé, y otras grandes compañías destacadas por su compromiso en
Responsabilidad Social Empresarial (RSE) se unieron y crearon “Reciclamania
Evoluciona”. Desde el 2019, esta iniciativa busca contribuir con la reducción de la
basura que daña el medio ambiente, fortaleciendo la cultura del reciclaje.
Desde entonces, el proyecto acopió más de 1,470 kilos de residuos, que benefició a
más de 1,800 clientes comprometidos con el medio ambiente.