El presidir consiste en dirigir, en calidad de persona habilitada para ese fin para llevar adelante las tareas de un gobierno, una reunión, una empresa, un tribunal, etc. Uno de los empleos más difíciles de operar por el gran número de frentes y demandas que a un presidente se le presentan diariamente para resolverlos.
Sudamérica es un subcontinente que estrena presidentes en varios países a futuro, es noticia ahora lo que se da en Brasil donde un ex lustrabotas , Lula Da Silva pretende volver a presidir su país frente al actual presidente, Bolsonaro que aún habiendo tenido un oscuro momento de su presidencia durante la pandemia y otros dilemas busca su reelección este ha sido derrotado por Lula en primera vuelta y ahora ambos van a la segunda el próximo 30 de octubre.
Nuevos modos
No se debe usar el dedo índice para buscar culpables de los errores del equipo sino evaluar la formación, fortalezas y debilidades del grupo de gobierno para que el espíritu de presidir colectivamente en democracia tenga sentido. Un sistema en el que todos remamos el barco llamado país, un ejercicio de presidir que demanda atención y apertura a los consejos de todos que pueden ayudar mejorar la gestión presidencial que es donde reside la mayoría de los problemas de un mandatario.
Ejercer deberes y derechos
La ausencia de capacidad del capitán del barco nos hace naufragar y perder dirección y sentido de nuestra navegación que debe buscar aguas calmadas y evitar las procelosas que nos pueden llevar a ser catalogados como corruptos y así perder oportunidades de inversión en nuestro país.
Que así cómo Brasil se encuentra viendo y escuchando nombres de candidatos que desean llegar al poder para hacer trabajar sus propuestas y programas, en un país la ciudadanía debe entender y conocer no solo sus derechos sino sobre todo sus deberes y llevarlos a la práctica, para así poder afianzar y hacer planes sociopolíticos sólidos y lo suficientemente estables para continuar bien en el sendero que lleve no solo a un grupo de personas o “autoridades” políticas al éxito sino mejorar el bien común en democracia.
Hoy requerimos un gestor eficiente, transparente y honesto. Votamos hasta ahora al menos malo cuando debemos buscar el mejor alguna vez, Eso cabe para los brasileños el próximo 30 de octubre como para nosotros el 30 de abril de 2023.