Sudamérica registró una serie de manifestaciones inéditas principalmente desde el año pasado. Países como Chile, Colombia, Bolivia y Perú, protagonizaron movilizaciones en masa tan importantes que lograron cambios políticos antes impensados.
Sin embargo, a pesar de que este estallido social viene replicándose en varios países de la región, analistas coinciden en destacar que con pocas probabilidades eso puede producirse aquí en nuestro país.
Uno de ellos es Alfredo Boccia, analista político, quien explicó que la pandemia interrumpió un proceso de manifestaciones populares en toda América Latina. Que si bien comenzó en Chile en nuestro continente, esto ya se veía en Europa y Asia con grandes manifestaciones en París y Hong Kong.
“Es difícil establecer si se trata de un fenómeno casual o tiene relación con aquello. Sin embargo, nadie duda que la región está agitada en lo político, luego de un largo periodo de hegemonía conservadora”, explicó el analista.
Sin embargo, para Boccia, nuestro país siempre se caracterizó por estar en un “frezeer” social y político. Esto en otras palabras significa que Paraguay siempre demuestra estar aislado de este tipo de situaciones.
“En nuestro país los hartazgos no son sociales, por más que existan motivos, sino políticos. A pesar de las pocas probabilidades de un estallido, senadores, diputados e intendentes deben ser conscientes que tienen poco margen para actuar”, explicó.
MOTIVOS DEL DESCONTENTO
Rocío Duarte, analista política y socióloga, apuntó a que el hartazgo que existe hacia la clase política en toda la región se basa en que la misma no da respuestas para paliar problemas básicos de la ciudadanía.
“La causa principal es un descontento. Y la población se siente indefensa porque no ve que la clase política esté interesada en ellos fuera del periodo electoral”, explicó.
En otro momento, y en coincidencia con su colega y antecesor, Duarte mencionó que en países como Argentina, Uruguay y Paraguay es menos probable que ocurran estallidos sociales y políticos.
Esto porque en los países citados existe un fuerte vínculo entre los líderes y las bases. Por lo que cualquier disconformidad suele canalizarse en las mismas sedes partidarias sin llegar a manifestaciones.
“No niego que existan también protestas pero no con el poder disruptivo que si existe en los países andinos”, comentó.
POCAS POSIBILIDADES
Camilo Filártiga, analista político, expresó por su parte que los procesos que se dan en varios países del continente, tienen que ver con un hartazgo de la ciudadanía hacia la política. Señaló que en concreto lo que se busca es la equidad social.
Así mismo adelantó que no porque se dan en los demás países esto se deba replicar inevitablemente en Paraguay.
“Cada nación tiene su contexto, tiene sus condiciones particulares políticas, culturales y sociales. Es difícil hacer futurología y pensar que eso se pueda replicar también aquí por más que exista también un hartazgo ciudadano”, explicó.
Filártiga comparó a Paraguay con Perú. Señaló que en nuestro país existen dos partidos institucionalizados que manejan casi todas las instituciones. Sin embargo en Perú existe un multipartidismo.
“Podría darse también aquí una gran manifestación por el rezago y la gran deuda de la democracia que existe. Pero por más que las demandas sean comunes cada país tiene su propio contexto”, expresó finalmente.