Arturo Rabito, dirigente del Sindicato de Trabajadores de Atención Primaria a la Salud y médico de una Unidad de Salud Familiar (USF) de la Chacarita, expresó que costó convencer a su madre (adulto mayor) para inmunizarse debido a la situación que le costó pasar a él.
“Tuve una reacción con la vacuna que me aplique. Con las vacunas Covaxin no tuvimos reporte. Ningún colega reclamó. Pero de la AstraZeneca si tengo reportes de colegas que quedaron con molestias, mareos, dificultad para concentrarse. Soy consciente de que esta vacuna es efectiva pero tiene que hacer algunas revisiones”, señaló.
Lamentó que la gente afectada por esto se le toma que inventa o que es histérica.
“Yo siendo médico, no me dieron importancia cuando empecé a tener síntomas. Yo estaba sano antes de esta situación. Manifesté al ministerio que no tome a la ligera lo que tienen efectos secundarios, y no dejar solo al paciente”, expresó.
Cuestionó que principalmente en el interior muchas veces siquiera registraron los que tenían efectos secundarios. Cada uno tuvo que investigar por su cuenta qué le pasó.
“A mi criterio no se trata solo de vacunar. Y el que se sienta mal es su problema. Todos somos importantes. Si somos pocos igual se tiene que hacer un registro y acompañar”, expresó.
INDIFERENCIA
Esta indiferencia de Salud genera que los profesionales de blanco que sufrieron malestares a causa de la AstraZeneca quedarán en la incertidumbre. Es decir, no sabían qué les iba a pasar.
“Muchos sufrieron mareos, problemas para recordar cosas, amnesia y más. No son poca gente. La mayoría calla por temor a que se le diga que es anti vacuna”, señaló.
Rabito instó al Gobierno a que importe otras dosis de las vacunas. Atendiendo que con la Covaxin, Sinopharm, Sputnik V, Moderna y Pfizer no generan mayores inconvenientes.
SÍNTOMAS
El médico durante un mes sufrió amnesia, pérdida de memoria, presión alta. Mientras que existen colegas que quedaron postrados con dolores de cabeza. Otros con hematomas, dolores inguinales (en la ingle) que no le pasan siquiera pasando un mes.
Pidió finalmente al Gobierno que priorice la compra de otras marcas de vacunas. Señaló que en su caso quedó discapacitado intelectualmente durante un mes por esa primera dosis. Y para un médico esto lo deja fuera prácticamente del trabajo por este tiempo.
“Existen opciones que no tienen efectos secundarios. Entonces en las próximas compras se debería priorizar esas. Por el apuro no se tiene que hacer pasar muy mal a algunos inmunizados. Si me preguntan para volver a vacunarme con la AstraZeneca diría que no”, señaló.
JÓVENES
En otro momento, el médico expresó que desconfía de que las medidas de restricción causen un gran impacto.
Advirtió que los contagios se dan en las calles y en los mismos domicilios. No solo en las actividades ilícitas calificadas por el Gobierno.
“Es difícil controlar eso. Las cifras pueden aumentar. Hay una ansiedad mayor de la gente para vacunarse y eso es favorable. La mayoría de los adultos mayores ya fueron inmunizados”, expresó.
Afirmó que a diferencia de lo que se cree, muchos niños, adolescentes y jóvenes se encuentran enfermos. Y en esta franja es más difícil de controlar.
“Los adultos mayores por lo general permanecen en las casas. Están jubilados. Tienen menos actividades sociales. Este aspecto les protegía. Pero con los jóvenes pasa lo contrario. Y creo que esto es uno de los puntos por los cuáles estamos desbordados”, señaló.
Si bien los jóvenes tienen un sistema inmunitario más preparado para aguantar las complicaciones. Existen muchos con obesidad. Esta va acompañada de hipertensión y diabetes.
“La vacuna es útil pero no suficiente. Igual uno puede enfermarse. Si o si debemos seguir cuidándonos después de aplicarnos”, señaló finalmente.