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Pese a limitaciones, docentes no tiran la toalla

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A casi 5 meses de haber iniciado la cuarentena en el Paraguay, uno de los sectores con mayores desafíos en términos de innovación y creatividad para dar respuesta a la situación, ha sido el de la educación.

Con la suspensión de las clases presenciales a comienzos de marzo, las formas en las cuales los maestros se ingeniaron para llegar a sus alumnos y familias, y que la educación siguiera adelante, fueron muy diversas.

La Fundación Alda realizó una encuesta a docentes de escuelas públicas de comunidades vulnerables, en los departamentos Central, Cordillera y Guairá, donde acompaña procesos socioeducativos, para conocer a fondo la situación, escuchar sus voces y alzar sus reflexiones, análisis y propuestas.

MUJERES DOCENTES 

Según el estudio, Paraguay cuenta con 57.313 docentes de Educación Escolar Básica, de los cuales 46.760 se encuentran en el sector oficial. La primacía de la docencia por parte de las mujeres es evidente, siendo estas 65,3% del total. Además, el Departamento Central abarca una quinta parte del total de docentes del país, con una preponderancia de docentes mujeres.

La mayor parte de los docentes se encuentra enseñando hace más de 15 años. Solamente 10.906  de estos tienen menos de 5 años de antigüedad, mientras que 11.029 tienen entre 6 y 10 años de servicio. El número restante, que asciende a un total de 55.225 docentes del sector público y privado, tienen más de 11 años de servicio: 22% posee entre 11 y 15 años, 18% entre 16 y 20 años, 12% entre 21 y 24 años de servicio y el resto posee 25 años y más de servicio.

Pese a todas las adversidades, la falta de equipamientos, infraestructura y líneas claras de trabajo y orientación, los docentes de las comunidades han encontrado la forma de seguir avanzando en la educación y de llegar a sus alumnos.

Según la investigación, la tarea no es fácil, y el 80,9% manifiesta que insume mucho más tiempo que la docencia presencial. 35,3% no posee acceso a una computadora, y 13,2% no tiene acceso a internet.

“¿Nuestra fortaleza? La entrega a la profesión, el ser capaz de renovar y esa apertura a recibir los cambios”, reflexionó una docente, mientras que otra educadora señaló que “tengo buena actitud y ganas de actualizarme para dar mis clases en forma virtual, aunque nunca nos capacitaron para ello”.

APRENDIZAJE Y SOLIDARIDAD

Desde la Fundación acotaron que se han formado grupos de profesores que trabajan desde la computadora de un colega, utilizando la conexión a internet de otro, generando sinergia y fomentando una comunidad de aprendizaje para enfrentar los desafíos y las carencias en términos infraestructurales.

El seguimiento a los niños es constante: 89,7% lo hace de manera diaria, enviando las tareas, y algunos visitan a aquellos que no se encuentran participando virtualmente por diversos motivos. El principal medio de contacto es WhatsApp, a través del cual 99,3% trabaja con sus alumnos, complementando con materiales impresos llevados a las casas cuando las condiciones económicas lo permiten.

“A mí me gusta este sistema de trabajo porque se hace mediante tanteo y error. Da oportunidad al niño para que dé su parecer, y en base a eso se le orienta, si hace falta”, destacó uno de los docentes.

LA DEUDA PENDIENTE

La gran mayoría de alumnos tiene acceso a internet, pero en el 97,1% de los casos es a través de un teléfono celular, que en 89,6% de los casos es del padre o la madre, haciendo que cuando este sale de la casa a trabajar, el niño no cuente con su herramienta de aprendizaje.

“La debilidad con que nos encontramos es que los padres salen a trabajar y luego de volver del trabajo pueden realizar las tareas y se les acumula. La mayoría de los alumnos no cuenta con móvil propio”, precisaron.

Asimismo, muchos no pueden trabajar con sus hijos por la falta de conocimientos de técnicas pedagógicas, a lo que se suma la dificultad del acceso a la plataforma oficial de educación a través del teléfono celular y la falta muchas veces de crédito sistemático para datos móviles en las familias (saldo para internet).

FAMILIA-EDUCADOR

La crisis ha llevado a que hoy las familias se encuentren mucho más involucradas en la educación de sus hijas e hijos. “El acompañamiento de la familia es una fortaleza y oportunidad. Antes no asistían a las reuniones de sus hijos y ahora ellos son los encargados de ver el trabajo de sus hijos y buscar el acompañamiento del docente en caso de no entender la tarea asignada”, resaltaron los docentes.

La mayoría de los alumnos cuenta con acompañamiento familiar para las tareas, en un 61,8% de la madre, y en un 33,8% de la madre y el padre.

La sobrecarga es también para el docente. “No hay horario de trabajo establecido. Trabajamos sin descansar, enviando y controlando tareas a la vez durante los 7 días de la semana. Es estresante y dejamos de lado a nuestras familias”, comentó una educadora. 

“Espero que esta pandemia ayude a que ahora se le dé el valor que se merece el trabajo docente”, concluyó.

Equipo Periodistico
Equipo Periodistico
Equipo de Periodistas del Diario El Independiente. Expertos en Historias urbanas. Yeruti Salcedo, John Walter Ferrari, Víctor Ortiz.