Los funcionarios del Ministerio de Relaciones Exteriores pertenecientes a la Asociación de Funcionarios de la Carrera Diplomática y Consular de la República del Paraguay (ADEP), hacen fuerte lobby en Cámara de Diputados, instancia que debe definir sobre modificaciones a la ley consular, la cual pone en iguales condiciones de ascenso y cargos entre funcionarios.
La ADEP, hoy encabezada por Helena Felip, pretende mantener privilegios de los clanes familiares en Cancillería, algunos de ellos incluso entraron por la ventana, contradiciendo el propio argumento de los escalafonados.
Ayer se llevó a cabo una reunión en la Comisión de Relaciones Exteriores. El diputado colorado Walter Harms, presidente de la citada comisión asesora, manifestó que esperan el envío de la resolución del proyecto a fin de analizarla en conjunto con miembros de la Cancillería nacional y de la diplomacia paraguaya.
“Vamos a estudiar y analizar lo que podemos aportar de acuerdo a lo aprobado en Senadores. Vamos a consultar con el canciller y diplomáticos, quienes van a tener una línea de pensamiento para aclarar en ese sentido”, dijo en entrevista con la 1330 AM.
El parlamentario considera que la carrera diplomática debe sostenerse con base en la meritocracia y no en los cupos políticos, tal como propone la senadora Lilian Samaniego, quien, hasta ahora, es blanco de todo tipo de críticas del sector diplomático de carrera.
“La política exterior de un país tiene que tener una línea, un rumbo, no debe actuar de acuerdo al poder coyuntural de ese Estado, sino tener una línea política que vaya más allá del poder de turno”, afirmó Harms.
Por otro lado, en Cancillería se da como un hecho la renuncia de Euclides Acevedo, quien se presentaría como candidato en las elecciones generales del año próximo.
Favorecidos
Entre tantos funcionarios públicos privilegiados, los de la Cancillería podrían ser los más favorecidos. Perciben sumas millonarias y llenan la institución de clanes familiares.
Para dar un ejemplo, solo el embajador Raúl Florentín gana G. 193 millones, mientras que otros 33 funcionarios ganan más de G. 100.000.000 cada uno, superando inclusive a salarios de Itaipú, señala un reporte elaborado por el ciberactivista, Alfredo Guachiré.
El ranking de los que más ganan empieza con 5 embajadores, cónsules, secretarios y miembros del personal diplomático que reciben más de G. 152 millones. Otras 13 personas que desempeñan los mismos cargos ganan más de 108 millones. Todos estos superan a la gran mayoría de los directivos de Yacyretá e Itaipú.
Solo 33 funcionarios de la Cancillería, pertenecientes al escalafón diplomático o designados por el presidente, cobran montos superiores a G. 100 millones, e incluso casi llegan a G. 200 millones. Estos funcionarios cuestan al Estado paraguayo nada más y nada menos que USD 7.500.000 al año.
Estos son los intereses reales y el por qué los funcionarios de la Cancillería quieren seguir sosteniendo el statu quo, con todos sus vicios. Algunos de estos incluso iniciaron una campaña mediática mentirosa, afirmando que, con la modificación de la ley, se van a eliminar los concursos de oposición y méritos.
Los privilegios de esta casta diplomática deben acabarse. No se puede seguir gastando una cantidad abusiva de dinero para sostener en sus cargos a funcionarios cuya función real es desconocida y su aporte al país incierto.
Antecedentes
La Cámara de Senadores dio media sanción en diciembre del 2021 al proyecto de ley impulsado por un grupo de legisladores colorados y liberales que busca modernizar la normativa diplomática y consular para nominar, a través de la Dirección de Recursos Humanos, a políticos como futuros diplomáticos, sin necesidad de aprobar un examen de ingreso.
Esa iniciativa había generado en su momento la reacción de referentes políticos y de la diplomacia paraguaya, así como la propia recomendación del Ministerio de Relaciones Exteriores de retrasar el tratamiento del proyecto en cuestión hasta lograr un consenso en sus puntos principales.