jueves, mayo 15

Negocios de usados y obsolescencias

La compra y venta de lo que sea depende del costo del producto o servicio y la demanda que exista alrededor de lo ofrecido. Desde nuestra comida, la vestimenta, accesorios y herramientas de cualquier tipo está estudiado el tiempo que lo usaríamos y su obsolescencia para que tengamos una nueva oferta de algo que usaríamos o sólo existiría para ocupar un lugar en la oficina o habitación donde lo guardemos. 

Un dispositivo que se ha vuelto muy popular y usado en el mundo es el “teléfono inteligente”. Ahora India quiere revolucionar el mercado con portátiles de 100 euros. Las grandes tecnológicas tiemblan ante el fin de la obsolescencia programada que se refiere a la estrategia de diseñar un producto con una vida útil predeterminada, de forma que, tras un periodo de tiempo establecido por el fabricante, el producto deja de funcionar o no compensa repararlo.

Los técnicos del país asiático reutilizan las piezas de portátiles desechados para dar una segunda vida a los dispositivos, y de esta iniciativa recicladora surge la posibilidad de abaratar lo que valen teléfonos de alta gama, con atractiva apariencia  o más funciones que la herramienta que siente ya no le funciona, no se ve o suena atractivo para usted o su entorno. 

Lucha contra el consumo desenfrenado

La obsolescencia programada se ha convertido en uno de los principales hándicap para los usuarios. En resumidas cuentas, se trata de una técnica que reduce el tiempo de vida de los dispositivos tecnológicos, un aspecto motivado por decisiones de diversa índole. De hecho, aunque existen formas de combatirla y algunos usuarios han compartido sus técnicas para ello, en líneas generales el resultado siempre es el mismo: los dispositivos pasan a mejor vida una vez cumplen su ciclo de vigencia. Sin embargo, la India está impulsando una nueva forma de consumir tecnología para luchar contra este mal.

El país asiático lucha por paliar los efectos de la inteligencia artificial en su futuro tecnológico, los talleres de reparación de Nueva Delhi reparan y ensamblan portátiles utilizando partes recicladas. Así, no solo dan una segunda vida a algunos dispositivos, sino que colocan los mismos a la venta por un importe tan bajo que la accesibilidad crece de inmediato.

De esta forma, en lugar de pagar 400 o 500 euros por un ordenador portátil, los técnicos de reparación venden estos dispositivos por solo 100 euros, 885.000,00 guaraníes. Frente a los más de mil dólares o más de lo que valen otros modelos que tienen el mismo fin pero a veces por el poder de lucir una marca en particular somos capaces de gastar o “invertir” cifras desorbitantes.

Gracias a esta medida, los estudiantes, trabajadores freelance y pequeñas empresas pueden sacar partido a dispositivos económicos que facilitan el acceso digital. Así, como indica la noticia original, las piezas provienen de mercados informales de desechos electrónicos y, gracias a las mismas, consiguen ensamblar las partes útiles para construir ordenadores funcionales. Además, dicha actividad está relacionada con una de las bases de la cultura tecnológica india, ya que dicha región destaca por priorizar tanto la reparación como la reutilización.