Lo que parecía una quimera hace unas semanas y comenzó a cobrar forma este 5 de agosto se hizo oficial: Leo Messi y el FC Barcelona, tras toda una vida de la mano, separan sus caminos.
De esta manera, el astro argentino abandona una entidad catalana con la que debutó profesionalmente en la temporada 2004-05. Ahora, tras 16 años en el primer equipo del conjunto de la Ciudad Condal, Messi iniciará una nueva aventura en su carrera profesional por primera vez lejos del Camp Nou.
A lo largo de las últimas semanas, desde que el “10” finalizó su contrato, el Barcelona y la Junta Directiva encabezada por Joan Laporta trabajaron a fondo para buscar la fórmula con la que encajar la posible renovación del rosarino en un marco económico de lo más delicado. Su continuidad parecía cercana y se daba por hecho que su permanencia podría haberse anunciado este mismo jueves, pero los acontecimientos cambiaron por completo en cuestión de horas.
Y es que de golpe y porrazo las negociaciones entre las partes se rompieron por completo ante las dificultades del club para poder garantizar la inscripción del futbolista por su elevado salario, lo que fue la gota que colmó el vaso de la paciencia de un Jorge Messi (padre de Leo) que dio por finiquitadas las conversaciones de forma abrupta.
Los medios “Marca” y “RAC1” señalaban durante las primeras horas del día de ayer que la continuidad de Messi en la entidad de la Ciudad Condal era prácticamente imposible y poco después, tras un reguero de informaciones cruzadas en las que se hablaba de la situación del argentino, el Barcelona publicó un comunicado en el que confirmó la noticia: Messi deja de ser jugador del Barça.
«A pesar de haberse llegado a un acuerdo entre el FC Barcelona y Leo Messi y con la clara intención de ambas partes de firmar un nuevo contrato, no se podrá formalizar debido a obstáculos económicos y estructurales (normativa de LaLiga)», comenzaba el escrito del conjunto catalán, que quiso dejar claro que el único problema ha sido la imposibilidad a nivel salarial de integrar a Messi en la plantilla.
«Ante esta situación, Lionel Messi no continuará ligado al FC Barcelona. Las dos partes lamentan profundamente que finalmente no se puedan cumplir los deseos tanto del jugador como del club», proseguía el escueto comunicado que el conjunto catalán hizo público en su web y difundió a través de sus redes sociales.