La grave problemática del abuso sexual a menores de edad está latente en Paraguay. Por diversas vías, personas inescrupulosas se acercan a los más pequeños, en su mayoría suelen ser familiares muy cercanos que les hacen sentir, en un primer momento, en confianza. De ahí la importancia de estar alertas a todas las señales.
Otros casos se dan mediante las vías informáticas, como se vio en el reciente allanamiento por parte de la Fiscalía, en conjunto con la Policía Nacional, por un caso de pornografía infantil en el que un adulto de 27 años pedía fotos y videos íntimos a menores de edad durante juegos online, a cambio de “diamantes y cargas” para mejorar sus perfiles como jugadores.
El hombre quedó detenido tras identificarse una víctima de 14 años y la investigación actualmente está a cargo de la fiscal Irma Llano, de la Unidad Especializada de Delitos Informáticos, quien comentó que hay una expectativa de pena hasta 10 años de privación de libertad para el delincuente.
Agregó que el modus operandi de estos casos de abuso por medios tecnológicos suele ser a través de alguna imagen que le gusta a los chicos y esas personas se hacen pasar por sus personajes preferidos.
“Hay que ofrecerles juegos en base a la edad del niño, cuando sean pequeños que no estén conectados en línea a fin de evitar que sean contactados por personas inescrupulosas”, resaltó la fiscal.
Afirmó que en lo que va de este 2020 a Delitos Informáticos ingresaron más de 1.400 causas, más de la mitad de son de pornografía infantil. “Es importante controlar a los chicos, monitorearlos, instalar control parental a fin de poder observar, que la computadora no esté en el cuarto, sino en un lugar donde los padres puedan mirar cuando estén en internet. Además, es importante hablarles sobre los peligros de las redes sociales y a lo que están expuestos”, aseguró Llano.
En entrevista con radio La Unión, Eduardo Sosa, Director General de Promoción y Protección de Derechos del Ministerio de la Niñez y la Adolescencia (Minna), acotó que en los 10 meses del año se alcanzaron casi 2.000 denuncias de abuso contra menores. Mientras que en el 2019 la cartera registró 3.000 denuncias.
“Tampoco podemos tirar bombas porque los casos disminuyen. La lucha debe seguir”, precisó. Sosa manifestó que existen distintos tipos de situaciones, no solo es el coito, también se pueden dar manoseos o cualquier actividad que afecte la integridad física de la niña, el niño o adolescente.
Expuso que reciben las denuncias a través del 147 y son derivadas al Ministerio Público, luego tienen un proceso de allanamiento e imputación, y se le da la celeridad que corresponde considerando la gravedad del hecho.
“Una de las aliadas claves en los momentos de detección y denuncia es la escuela. Como están cerradas y los chicos están confinados se pudieron dar situaciones dentro de la familia que no se llegaron a denunciar. Unos 8 de cada 10 casos de abuso sexual se da dentro del entorno familiar”, afirmó.
La representante nacional del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), Rocío Galiano, estuvo de acuerdo con esta afirmación, ya que lastimosamente las instituciones educativas no están ejerciendo ese rol que por naturaleza es de protección a los niños, niñas y adolescentes.
Al margen de estas situaciones, hizo un llamado a la familia, los docentes y toda la comunidad a cumplir su rol, alertar sobre estos riesgos e identificar señales de manera temprana.
“Tenemos conocimiento de que la Fiscalía recibe diariamente 8 casos de abuso sexual en niños, niñas y adolescentes. De estos, el 85% o un poco más, son cometidos por una persona vinculada a su entorno familiar. La mitad de las víctimas tienen más o menos entre 10 y 13 años, el 34% o 35% entre 5 y 9, y el 14% son niños y niñas de 0 a 4 años. La mayoría de las víctimas son niñas”, señaló la especialista.
Por otro lado, desde la UNFPA hacen énfasis periódicamente en el problema del embarazo de niñas y adolescentes, que registran en Paraguay un promedio de 2 casos diarios, lo cual es el resultado de situaciones de abuso.
