EFE – Centenares de personas marcharon este viernes por las calles del centro de Asunción para denunciar que 32 feminicidios han ocurrido en lo que va del año en el país, y advertir que la violencia contra las mujeres se ha visto recrudecida por la crisis sanitaria y la económica.
Con el lema «¡Por nuestros derechos y contra todas las violencias!», mujeres y hombres de todas las edades se dieron cita en la Plaza Uruguaya, con motivo del Día Internacional por la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.
«Somos el grito de las que no están», era una de las arengas de los asistentes, que portaban banderas y exhibían pancartas con mensajes en los que reclamaban: «Basta de la violencia contras las mujeres».
Una marcha, bulliciosa y colorida, avanzó por las calles del llamado microcentro capitalino hasta la Plaza de la Democracia, donde fue leído un manifiesto por el 25N y se dio inicio a un espectáculo artístico.
Entre otros, el documento denunció que a las mujeres las «siguen matando por ser mujeres».
«En lo que va del año, nos duelen los 32 casos de feminicidio y 7 tentativas», reza el documento.
Además, alertó que en Paraguay «más de 13.000 niñas y adolescentes dieron a luz el año pasado», de las cuales 490 «tenían solamente entre 10 y 14 años».
El texto señala como una «realidad local» las uniones forzadas de niñas y adolescentes.
En tal sentido, alerta que «más de la mitad» de las jóvenes de entre 15 y 19 años de edad que están casadas o son concubinas, conviven con hombres que son entre 5 y 10 años mayores que ellas.
«Vemos y entendemos que la violencia se recrudeció durante la pandemia, pero pospandemia es mucho peor para las mujeres», dijo a EFE Cony Oviedo, integrante de la Organización de Mujeres Campesinas e Indígenas (Conamuri) y unas de las promotoras de esta marcha, que aglutinó a más de 20 organizaciones vinculadas desde 2017 a esta actividad.
Oviedo, quien también hace parte del Sindicato de Periodistas del Paraguay, señaló que la violencia es una situación que las mujeres viven en el día a día: «sea una mujer campesina, indígena, urbana o una mujer, por ejemplo, periodista», lamentó.
En ese contexto, señaló que si se quiere acabar con la violencia hacia la mujer en el país se necesitan, entre otras, políticas públicas con perspectiva de género y de derechos humanos.