Macron dijo que el deseo de Francia era que las cosas “se calmen” pero para que esto sucediera era fundamental que “el presidente turco respete a Francia, respete a la Unión Europea, respete sus valores, no mienta y no pronuncie insultos”.
Señaló que Francia había ofrecido sus condolencias a Turquía tras la Terremoto mortal en el Egeo y también se había ofrecido a enviar ayuda a la escena.
Describió la intervención de Turquía en Siria como una sorpresa y una agresión para los aliados de la OTAN, y dijo que Ankara no había respetado un embargo de armas en Libia mientras mostraba una actitud “profundamente agresiva” en el Mediterráneo oriental.
“Observo que Turquía tiene inclinaciones imperiales en la región y creo que estas inclinaciones imperiales no son algo bueno para la estabilidad de la región, eso es todo”.
Ha habido semanas de tensiones entre Francia y Turquía, que alcanzaron un pico el fin de semana pasado cuando Erdogan cuestionó la salud mental de Macron.
Francia respondió dando el paso muy inusual de llamar a su embajador en Ankara para consultas. El sábado, el canciller Jean-Yves Le Drian dijo Francia enviaría a su embajador de regreso a Ankara después de una semana de ausencia.
Le Drian dijo a la emisora RTL que Turquía tomó “la decisión deliberada de instrumentalizar” la decapitación del profesor de francés, acusando a Ankara de lanzar “una campaña de odio y difamación contra nosotros”.