El profesor jubilado y músico, José Antonio Galeano, se define a sí mismo como un taurino terco por naturaleza, y ese mismo carácter es el que lo ha llevado a abogar por más participación de los jóvenes en el cambio de rumbo que necesita el país, por más involucramiento en los problemas que aquejan a la sociedad.
Aún recuerda con jocosidad aquella frase que decía mucho en sus clases y en un momento se hizo viral: “Ustedes los jóvenes van a cambiar el Paraguay y jódanse porque no va a ser fácil”.
“Sigo pensando de la misma manera, no va a ser fácil cambiar, pero son los grandes protagonistas, por eso enseñé toda mi vida y soy un enamorado de la juventud en el Paraguay”, dijo firmemente.
Para el especialista, el principal desafío al que se enfrentan los jóvenes en la actualidad es el hecho de participar. “Si uno mira la participación juvenil en las últimas elecciones del 2017-2018 y piensa en el exiguo margen que hubo entre un candidato y otro, independientemente de quien haya ganado o perdido, definitivamente la balanza se va a inclinar hacia un lado que posiblemente no sea el más apetecible del propio electorado, pero si por el contrario, participan, tuercen esa balanza”, destacó.
En una charla en el Gramo Fest, hace pocos años, había señalado que el 56.6% de la población del Paraguay tiene 30 años o menos, o sea más de la mitad. El 32% del padrón electoral estuvo conformado por personas entre 18 y 30 años, 1.350.000, de las cuales 311 mil votarían por primera vez, destacando el profesor de incidir en el destino del país.
Solo fueron a las urnas 230 mil jóvenes, casi 100 mil menos que votaban por primera vez, el 17% del total de jóvenes. Lo que lleva a la conclusión de que el 83% de los jóvenes se quedó en su casa.
La diferencia de votos entre un candidato y otro fue de un 3.7% que se expresó en 95 mil votos. Al entender del especialista, si más jóvenes hubieran estado en las urnas, posiblemente otro hubiera sido el resultado de las elecciones.
“Tenemos que devolver a la política su esencia de arte, de hacer posible lo necesario, entenderla como arte para no lamentar estos problemas. Los jóvenes no ven figuras con las cuales identificarse. Hay que participar con pasión, con ganas desde las entrañas, pasión por cambiar, por protagonizar, desde la proactividad, pasión por recuperar la confianza en algo, no me resisto a creer que esté perdido todo en el país. Hay que remar desde adentro carajo y dejarse de joder”, comentaba Galeano en aquella ocasión.
El investigador puso como ejemplo a la juventud norteamericana que en las recientes elecciones en los Estados Unidos hizo ganar al candidato demócrata Joe Biden, en una participación entusiasta y récord, donde más del 60% manifestó a través de sus redes sociales que apoyaron al nuevo presidente electo.
Según Galeano, si ellos con su fuerza y pasión pudieron, los jóvenes paraguayos también pueden generar ese cambio que se busca. En medio de todo ello cumple un rol fundamental una educación de calidad.
“Los jóvenes paraguayos son los hijos de la libertad porque nacieron en libertad. Llevamos 31 años de una larga, interminable y tediosa transición hacia la democracia, y cuando los ubicamos en la franja etaria de 15 a 30 años, por ejemplo, definitivamente nacieron en libertad, y es lo que no teníamos las generaciones anteriores”, dijo.
Recordó que tenía tan solo 2 años cuando Stroessner llegó al poder y cuando se fue, 37 años. “A mí no me contaron, yo sufrí esa dictadura, viví ese exilio en el que estábamos los que no pensábamos como los stronistas, en un momento en el que estar en la calle protestando era a costa de la libertad, e incluso, de la propia vida. Hoy la juventud tiene que estar en la calle y tiene que estar reclamando”, concluyó el profesor.
