A dos días de la destitución del exministro del Interior, Arnaldo Giuzzio, el primer mandatario tuvo que sacar a otra figura de su equipo ejecutivo: Joaquín Roa, extitular de la Secretaría de Emergencia Nacional (SEN). Ambas figuras expuestas por comprobadas vinculaciones con el narcotráfico, debieron dar un paso al costado y se suman a la larga lista de ministros caídos en la era de Mario Abdo Benítez.
De este modo, el Presidente de la República pareciese poner al destaque su gestión por una enorme improvisación, pues cada uno de los titulares del Ejecutivo debieron cargar con el peso de una renuncia o una destitución por hechos de corrupción o relacionamientos cuestionables, como los últimos casos.
Al respecto, el abogado y analista, Hugo Estigarribia, indicó que este tipo de decisiones solo develan la casi nula capacidad de gestión, pues aparte de las salidas de los ministros, también se encuentra el desacierto de introducir en el Gabinete a personas sin la capacidad suficiente para ejercer el cargo establecido.
Hugo Estigarribia
“Vamos de mal en peor y no se puede comparar otros gobiernos con este porque se nota que Marito no tiene cuadros de gente capaz, salvo algunas excepciones, porque improvisa mucho”, argumentó Estigarribia.
En ese sentido, el analista hizo un paralelismo entre este gobierno y el de González Macchi, el cual es considerado como una de las peores administraciones en la época democrática. Sin embargo, pese a ello, a González Macchi se le puede tolerar sus improvisaciones porque asume el poder por sucesión presidencial, de una manera repentina, a diferencia de Marito, que contó con una planificación previa para su gabinete.
En ese sentido, puntualizó que otro cuestionamiento ante las decisiones tomadas por el presidente de la República son las figuras que suplantan las vacancias en el Ejecutivo, pues hace rotar a gente que no debería estar en el cargo y debería ser investigada.
“El equipo de trabajo de Abdo Benítez pareciese ser muy pequeño, por eso el primer mandatario termina llenando vacancias con personas que también se encuentran con cuestionamientos. Prácticamente la única incorporación que hizo alguien que no se encontraba en su equipo de trabajo es el actual Ministro de Relaciones Exteriores, Euclides Acevedo”, subrayó.
Así, todas estas decisiones denotan que Abdo Benítez no tiene la capacidad de gobernar correctamente con personas idóneas en su gabinete, pues quienes se encuentren al cargo de una cartera del Estado debe conocer muy bien sus funciones, aparte de estar bien focalizado, a diferencia de las figuras que actualmente se observan en el poder.
MINISTROS CAÍDOS
Haciendo un recuento de titulares del gabinete que debieron dar un paso al costado se observarán no solo falencias propias de las viejas autoridades, sino también los propios errores de Abdo Benítez en sus designaciones. Empezando con el Dr. Julio Mazzoleni, quien se vio obligado a dimitir tras una serie de manifestaciones por errores en la adquisición de medicamentos contra el Covid-19 y la nula gestión en el arribo de las vacunas.
Así también se encuentra la destitución del exministro del MEC, Eduardo Petta, a quien se le acusa de un terrible estancamiento en el sistema educativo, así como también de una falta total de acciones en torno a la cartera del Estado. En la misma situación se encontró Juan Ernesto Villamayor cuando fue destituido como Jefe de Gabinete Civil luego del escándalo de la propuesta PDVSA-Petropar, que trascendió por una publicación del periódico norteamericano Washington Post.
La exministra de la Mujer, Nilda Romero, también forma parte de la lista de caídos, al ser destituida por nulas acciones a favor de los derechos de las mujeres. Por otra parte, se suma el caso de la extitular de Petropar, Patricia Samudio, quien debió renunciar luego del escándalo generado por una millonaria compra de insumos hospitalarios en donde se incluyó una gran cantidad de agua tónica.
El extitular de la Dirección Nacional de Aeronáutica Civil (Dinac) debió renunciar al verse envuelto en un negociado por compra de tapabocas en época de pandemia. A su vez, el exprocurador de la República, Sergio Coscia, debió dimitir a su cargo tras hacerse público el acto entreguista al cual dio su visto bueno, que involucró a Petropar y la empresa argentina Texos Oil.
