Luego de que el mismo presidente Mario Abdo Benítez haya anunciado que él y el nuevo ministro de Relaciones Exteriores, Euclides Acevedo, serían los que encabezarán las negociaciones en el marco de la revisión del Anexo C del Tratado de Itaipú, ya el embajador brasileño Flávio Soares Damico realizó una visita a la Cancillería.
No hubo detalles de lo conversado con el diplomático de Brasil, aunque se informó que valoraron los importantes temas que nutren a la agenda bilateral.
Ahora, lo que no se puede sacar de contexto es el ambiente político en el que se desempeñan los dos gobiernos, tanto el de Mario Abdo Benítez como el de Jaier Bolsonaro, ambos con mucho descrédito, y aunque el nuestro ya logró desactivar un juicio político, su par hoy está muy cerca de un impeachment.
“En ese escenario nosotros nos encontraremos ante dos gobiernos salientes y sumamente débiles y deslegitimados como son el de Mario Abdo y el de Bolsonaro, o sea toda la discusión del impeachment a Bolsonaro en este momento solamente suma un elemento más a este gobierno que ya estaba bastante deslegitimado en los últimos meses sobre todo”, explicó Cecilia Vuyk, politóloga, analista e investigadora.
La situación del vecino país claramente afecta a Paraguay, en distintos sentidos, según explica la ingeniera y referente de la Campaña Itaipú 2023 – Causa Nacional, Mercedes Canese, y si bien no se espera que del otro Itamaraty defienda los intereses paraguayos, beneficia que no juegue solamente al beneficio de sectores económicos.
“Todo lo que sucede en Brasil afecta en Paraguay, y creo que es más difícil la negociación cuando del lado brasileño tenemos un defensor de intereses de grandes transnacionales, no de su pueblo, como es Bolsonaro. Porque tampoco tendremos en Brasil una contraparte que privilegie a Paraguay, pero sería excelente tener una contraparte que defienda los intereses de su pueblo, al igual que nosotros defendemos los del nuestro”, indicó Canese.
Recordó sobre la vinculación de Bolsonaro con la empresa Leros, y el escándalo del Acta Secreta de Itaipú, donde los entreguistas pretendieron beneficiar a compañías brasileñas ligadas al actual presidente del Brasil.
CONTEXTUALIZACIÓN
En ese sentido, es importante mencionar lo señalado por la politóloga Cecilia Vuyk, quien menciona que la revisión del Anexo C se enmarca en una oportunidad jurídica obligatoria de negociación y donde también se planteará la deuda espuria, y por otro lado una situación política y diplomática que atraerá la atención de la comunidad internacional.
“Esta conjunción de elementos no se va a repetir”, refiere Vuyk, quien agrega que esto va más allá de una negociación.
“La revisión del Anexo C, es mucho más que la revisión del Anexo C, es una puerta de entrada a esta oportunidad histórica donde lo que nos jugamos es si Itaipú va a seguir siendo para unos pocos, beneficiando a un grupito en contra del desarrollo nacional, o si Itaipú efectivamente va ser para todas y para todos, para el desarrollo nacional”, remarcó la analista e investigadora.
Dentro de este contexto también se definen puntos clave como definir la energía para quién, los fondos binacionales para quién, el territorio para quién, y sobre todo si Itaipú estaría sirviendo de poder para la prebenda y la caja chica del poder de turno.
APURADOS Y OPACOS
Ante el anuncio del canciller Acevedo y del presidente Abdo, de que serán ellos los encargados de la negociación, la ingeniera Mercedes Canese fue tajante. “Primero debería leer el Tratado para tener claro que no es él (Acevedo) ni Abdo el que debe negociar, lo será el siguiente gobierno que asuma en el 2023, pues la revisión es después de transcurridos 50 años de la ratificación del Tratado (13/08/1973) y un gobierno saliente, en un día, no puede ni debe negociar nada”, remarcó.
Lo que sí tiene responsabilidad la actual administración es empezar a definir el camino que se debe de tomar. Ahora, la situación es ardua para los dos gobiernos.
“Estos dos gobiernos están apurados por cerrar el acuerdo porque tienen intereses corporativos y económicos de sus grupos de amigos de poder, quienes quieren quedarse con el negocio, como ya lo vimos con Leros y frenamos toda la ciudadanía, en lucha contra el Acta Bilateral. Esto está haciendo que los dos gobiernos planteén adelantar las negociaciones para buscar quedarse, a través de sus empresas amigas, con distintos elementos del negocio de Itaipú manteniendo la misma situación de dominación extranjera y de Itaipú para unos pocos”, refirió la doctora Vuyk.
En medio de esta situación de inestabilidad política en Brasil y en Paraguay se pasea el secretismo de los gobiernos con respecto a la revisión del Anexo C. La politóloga menciona que se pueden dar dos escenarios, por un lado que al estar concentrados en los frentes políticos internos no puedan llegar a un acuerdo antes de irse, pero también nos podemos enfrentar a un estadio donde Abdo y Bolsonaro intenten acelerar y cerrar el capítulo del Anexo C, que es lo que se puede leer desde los discursos de autoembanderarse de llevar adelante la renegociación.
BARONES AL MANDO
Tanto Canese como Vuyk también cuestionaron los dichos del ministro Acevedo, quien en una entrevista televisiva se jactaba de haber recibido el llamado y apoyo de Antonio Moreno Rufinelli, ex canciller, quien además defendió al actual director de Itaipú, Federico González.
“No es ningún elogio que el convocante sea ni este gobierno ni el ex Canciller stronista, además cómplice del Acta Secreta, Moreno Ruffinelli”, tajantemente indicó la ingeniera.
En tanto, Vyuk remarcó que hay que tener en cuenta “el rol central de esta persona en la entrega de Itaipú al Brasil y en el sostén de la dictadura”. Agregó que “lo único que eso nos muestra es que los Barones de Itaipú son los que siguen marcando la agenda de este gobierno y los que están detrás de toda esta disputa del 2023, buscando una vez más mantener la entrega de toda nuestra soberanía”, manifestó.
