La vuelta a clases se encuentra acompañada de exorbitantes pedidos en la lista de útiles, dejando en duda la urgencia que requieren para los niños, en lugar de reforzar el nivel de preparación para los mismos.
Una lista de útiles se hizo viral en las redes sociales por la extensión de materiales solicitados para alumnos de prejardín y jardín. Aunque no se especifica si la institución educativa a la que pertenece el pedido es de un colegio público o privado, la cantidad exorbitante de útiles escolares que para un niño de 3 a 4 años resulta sumamente desproporcionada teniendo en cuenta las exigencias a esa edad.
Entre diversas témperas, goma eva, cartulina, papel gasé, paquetes de bloques e incluso un disfraz, los pedidos para los pequeños se seguían sumando a la lista, sin mencionar un apartado de elementos personales. Cada producto tiene un precio determinado que de alguna u otra manera generará un costo considerable para los padres.
Por ejemplo, una goma eva ordinaria cuesta G. 5.500 y en la lista se solicitan 12 de diferentes modelos; aparte de 2 biblioratos de un solo color, que habitualmente cuestan G. 33.500; un paquete de plasticola colorido, que cuesta G. 28.000; dos resmas de papel oficio, a un precio de G. 33.000, entre otros tantos productos más que seguirán incrementando el gasto de cada familia.
Desde el punto de vista de la presidenta de la Asociación de Padres de Colegios Públicos, Francisca Monges, con las solicitudes de las listas de útiles se podría llegar a armar una biblioteca, aparte de generar una presión en los padres antes del inicio de clases para adquirir cada uno de los pedidos.
Francisca Monges
“A la hora de hacer las compras, analizamos por el nivel de urgencia: cuándo necesitará contar con esos productos, en qué momento será primordial contar con alguno de los elementos”, destacó la gremialista, haciendo referencia de manera directa a lo que resulta o no indispensable y puede esperar a ser adquiridos.
En otro sentido, Monges indicó que los colegios deberían ponerse al nivel de la realidad socioeconómica de las familias paraguayas, recordando que se viene de 2 años tras la pandemia, agudizando la situación financiera de muchos. Más aún cuando en la mayoría de las familias tienen entre dos a tres hijos en edad escolar, en diferentes niveles educativos.
“Nosotros nos sacudimos un poco con esto porque después de un largo tiempo sin clases presenciales, vemos cómo se prefiere invertir en uniformes, materiales innecesarios, cuando la lista de kit escolar entregado desde el ministerio debería ser una verdadera prioridad”, destacó la presidenta de la asociación.
OTROS CUESTIONAMIENTOS
Según Monges, en otros casos ni siquiera se utilizan todos los útiles o cuadernos, por lo cual pueden ser reutilizados para evitar el pedido y la posterior acumulación de más útiles escolares.
“No decimos que la lista de útiles no sea necesaria, pero no entendemos en qué eso ayudaría para el aprendizaje, cuando en este punto se debería trabajar de manera insistente”, resaltó la representante.
Desde el posicionamiento de la gremialista, la adquisición de libros escolares que rondan entre los G. 50.000 o más también representa otro cuestionamiento dentro del quehacer escolar de los chicos, pues en más de una ocasión se observa que los mismos terminan por no elaborar la mayoría de los ejercitarios.
“Se debe ver la mejor manera en que cada estudiante aproveche los útiles, sin gastos innecesarios, invirtiendo en su lugar mayores recursos para mejorar la calidad educativa”, determinó.
DIFERENCIAS CLARAS
Para la sindicalista de la organización MAS-MP-SN, María Benita Brítez, entre los colegios públicos y privados, en estos últimos se presentan mayormente los casos de largos pedidos de útiles escolares.
María Benita Brítez
“En las instituciones públicas al menos se debe realizar reciclaje, teniendo en cuenta la crisis de las obras. Sin embargo, pese a que en un colegio privado resulte habitual, eso no quiere decir que se deban aprovechar de los padres”, mencionó la vocera de la asociación, hablando también de la existencia del caso de más de un niño con necesidades particulares que de todos modos se encuentra en una institución privada.
Con eso se resalta que, independientemente de la institución en la cual se encuentre un estudiante, no se puede dejar de lado el análisis socioeconómico para solicitar o no una gran serie de útiles, que probablemente no sean utilizados a lo largo del año. Aparte de resultar innecesario, no aporta de manera directa en la preparación de cada alumno.
