Investigaciones y antecedentes, conforme a las estadísticas de denuncias reflejan que en la mayoría de los casos se dan en víctimas mujeres; sin embargo, debemos aceptar y ser conscientes que también ocurre violencia contra los hombres por mujeres, que están o que hayan tenido un vínculo sentimental. Tengo entendido que se caratula como violencia intrafamiliar, en esta situación, cuando existe un quiebre en la relación, cuando hay hijos de por medio, cuando el hombre decide terminar la relación, algunas mujeres aprovechan esa situación para obtener beneficios propios en busca de dominar y controlar al hombre, y para sacarlo ventaja económica, se valen de mecanismos de extorsión, de artimañas, utilizan a los hijos como trofeo, manipulan la situación, se victimizan, realizando falsas denuncias de violencia atendiendo a las leyes que la protegen, perturban psicológicamente al hombre, además no está ausente la alineación parental, de intentar discordia, alejamiento y odio de los hijos hacia a su padre, suelen obstaculizar los días de visitas o acontecimientos especiales de los niños.
Ante esta problemática, y en la lucha de la erradicación del machismo, los varones que están siendo víctimas de estas mujeres mal intencionadas, en la mayoría se echan al silencio, soportan, sufren, intentan agradar a su ex mujer para que el término de la relación sea lo más sana posible, caen en la sumisión para evitar el sufrimiento de sus hijos, y buscar el bienestar de ellos. Siguen aportándoles económicamente a sus ex para evitar discusiones y enfrentamientos. No denuncian por temor a que las mismas autoridades no le crean, para que no sean señalados como el hombre débil por sus congéneres machistas, por miedo a las burlas, para que no le jacten de mal padre, se compara con una cizaña que no se arranca con los años, que avanza sistemáticamente, y finalmente afecta psicológicamente a todos los integrantes.
Es un fenómeno que está instalado dentro de nuestra sociedad que se lo debería tratar como tal, y trabajar en políticas públicas, en reformas de leyes, podemos visualizar en estos casos la presencia de la cultura machista por parte de ciertas mujeres, en el sentido de dependencia absoluta del hombre, inclusive aún se observan mujeres que buscan ser mantenidas por hombres, que les brinden comodidades y lujos por el solo hecho de ser mujer, con la mentalidad de antes donde el hombre llevaba el sustento diario y la mujer se quedaba a cargo de los quehaceres en el hogar, que hoy es muy necesario desaprender, los tiempos cambiaron señoras, nosotras tenemos las mismas condiciones que los hombres para superarnos económicamente, se trata del respeto a cada rol entre el hombre y la mujer y de encontrar complementarse, apoyarse mutuamente. No a la tergiversación.
Cuando se da una ruptura en una relación, debemos comprender que los sentimientos de pareja y de los hijos son diferentes, no se deben mezclar, ni confundir. Para los hijos siempre seremos Mamá y Papá, el amor permanecerá, cuidemos de esos vínculos, aprendamos a separar las cosas, cuando se le da fin a una relación de pareja, aprendamos a decir adiós, y volver a empezar.
A los hombres que están pasando por esta situación los animo a no callar, y a denunciar estos actos inaceptables, pueden evitarse hacerse más daño y más daño a los hijos. Todo acto de violencia debe ser rechazada por la sociedad y atendida por las autoridades responsables.
