Un mayor índice de violencia se resiente en el norte del país a finales del año. Ante dicha realidad, la absoluta indiferencia del presidente de la República y la ausencia del ministro del Interior, que se encuentra de vacaciones, demuestran el nivel de importancia brindado por las autoridades ante la escalada de inseguridad en la zona.
El 2021 se va con un innegable repunte en los hechos de violencia en el norte del país, no solo en términos de ataques a comunidades menonitas y ganaderos de la zona, sino también en cuanto a la situación de los secuestros, que se fueron intensificando hasta finales de año, con los dos raptos registrados en Yby Ya’u (Concepción).
Ante la insostenible inseguridad del norte, la indiferencia de Mario A. Benítez se denota en cada hecho delictivo, así como también el negacionismo del ministro del Interior, Arnaldo Giuzzio, frente a la industria del secuestro instalada en la zona norte; ambas actitudes terminan por fragmentar y vulnerar una situación de por sí debilitada, a decir de expertos analistas que observan la indetenible escalada de esta violencia.
“VIOLENCIA SIN FIN”
“De acuerdo a lo que hemos denunciado y sostenido desde la Pastoral Social y en la zona de Concepción, pareciera que no se termina a propósito con la constante violencia”, sentenció el profesor Benjamín Valiente, coordinador de la Pastoral Diocesana de Concepción.
Para el analista, la situación resulta más complicada porque el norte del país constituye un territorio en disputa por varios grupos criminales; entre ellos se encuentran los traficantes de todo tipo, los sojeros, sin mencionar al EPP y ACA-EP. El profesor Valiente agregó que en medio de todas esas agrupaciones se encuentra la población empobrecida, hablando de la familias campesinas e indígenas.
“En ese sentido, los gobiernos y sobre todo este último, se ven muy desinteresados por la situación del norte”, afirmó, agregando también que las únicas acciones llevadas a cabo, que fueron a través de la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC) son insuficientes, más aún teniendo en cuenta la falta de avance de dicho cuerpo especializado y la manera en la cual los mismos se atribuyen bajas que no les corresponden.
El profesor Valiente observa que la endeble situación del norte es un hecho del cual no se vislumbra ninguna culminación, pues cada vez los hechos de violencia y los secuestros se hacen más reiterativos y si el gobierno se sigue manteniendo en un plan de control que no sirve, el analista anunció que la realidad de la zona norte puede llegar a empeorar.
“Y nos llama muchísimo la atención la ausencia del ministro del Interior, pues de acuerdo a nuestros análisis, los hechos de violencia se concentran a fin de año y en enero. En estas fechas siempre tratamos de prepararnos para todo tipo de atropello, más aún cuando la principal autoridad, como Giuzzio, se toma vacaciones en los momentos más difíciles”, determinó.
Profesor Benjamín Valiente
LA ZONA ALARMANTE
El diputado nacional por la ANR, Walter Harms, indicó que la situación en el norte del país es particularmente alarmante, pues se refuerza la inseguridad y el chantaje, aparte de resentirse una situación que dificulta el desarrollo de la zona.
“Lógicamente, los responsables de todo esto son el presidente de la República y quien le delega en la atención a la seguridad, el ministro Giuzzio. Acá lo único que se puede mencionar es que el presidente debe analizar el cambio del ministro”, refirió el parlamentario.
El mismo hizo alusión al tiempo prudencial otorgado por Marito a Giuzzio para analizar la efectividad de la seguridad de la zona norte, hecho que nunca se pudo evidenciar, pues la región se hace cada vez más insegura y violenta.
“Ahora hasta parece un motivo de burla que el ministro se encuentre de vacaciones, pues se supone que el mismo es el principal responsable de la seguridad del país y debería estar al frente de todas las posibles decisiones a ser tomadas”, determinó el diputado.
Diputado nacional, Walter Harms
De este modo, el diputado Harms mencionó que la situación se torna aún más desastrosa cuando ni siquiera el presidente se presenta para explicar alguna estrategia que ponga fin a la dejadez del norte del país. Ninguna autoridad da la cara por la zona y pareciese que a nadie le importa la violencia imperante en la misma.
