Por la lucha de la erradicación de la violencia contra las Mujeres, los especialistas, las autoridades han intentado buscar todas las formas posibles de paliar este flagelo, que hoy en día, es como un cáncer dentro de la sociedad, que es difícilmente extirparlo.
En tal sentido, los intentos por parte de las instituciones responsables, han fracasado, sin arrojar resultados favorables, las estadísticas y los casos con episodios atroces, van en aumento, sin frenos.
Estos intentos fallidos, de gestión del gobierno anterior, fueron superficiales, sin compromiso alguno, con iniciativas casi nulas, y ante los alarmantes casos de violencia contra las Mujeres, que imperan en nuestro país; hacen que las autoridades de turno, estén buscando mecanismos, que nuevamente se basan en la superficialidad, como la implementación de “la tobillera”, es un absurda idea. Caemos en el error de buscar soluciones “a medias”, soluciones “momentáneas”, no así, una solución “definitiva”.
La Senadora Blanca Ovelar, con sus sabias palabras, expuso el escenario de la mujer que es víctima de violencia intrafamiliar, fue tan explícita, y bajó a la realidad de lo que soporta esa mujer paraguaya sometida y que sufre violencia de todo tipo por parte de su agresor, “su pareja”. Por ende, rescato algunas de sus expresiones: En la mayoría de los casos, la mujer depende del varón, cuando la misma es “golpeada” por su pareja, automáticamente ella oculta tal situación, tiene vergüenza de sus padres, de su familia, ella sufre, imagínense el dolor que siente ante un amor que es contradictorio, “amar a aquel hombre que la hace daño”. Todo lo que implica para ella, denunciar, salir ante las cámaras, una lucha interna. Y ocurre que, cuando ella depende económicamente de “su pareja”, todo lo soporta, porque debe alimentar a sus hijos y alimentarse, no tiene a donde ir. En resumen, refiere: que es una cuestión cultural, donde existen las desigualdades entre el hombre y la mujer en la sociedad, la violencia contra las Mujeres está instalada, solapada en las prácticas cotidianas culturales, y que la reproducimos inconscientemente.
Combatir la violencia contra las Mujeres, ahondar y buscar mecanismos eficientes, este fenómeno que necesita un arduo trabajo en la prevención y detección temprana, un trabajo desde la educación. La ley N° 5777 de “Protección Integral a las Mujeres contra toda forma de violencia”, es bastante completa, solo falta aplicarla con responsabilidad y compromiso, específicamente en enfocar un tratamiento psicológico al agresor.