Pedro Cañizales dejó a su familia con la promesa de darles una mejor vida. Llegó al país en julio del año pasado tras diez días de viaje y si todo sale todo bien su esposa y tres hijos estarán llegando al país en febrero. Actualmente le falta unos 500 dólares para traer a su familia y más adelante desea traer también a su madre, indicó.
“Uno sale de allá porque no puede, la vida se pone tan difícil que no hay comida, no te alcanza para comer, aunque trabajes como docente o como sea no te alcanza”, lamentó.
Lo que está ocurriendo con la masiva migración venezolana podría compararse con la de los paraguayos que fueron a buscar mejores oportunidades en Argentina y España entre los 2000 y 2010. La situación socioeconómica no fue la misma, pero la necesidad de esas familias probablemente hayan sido lassimilares.
Los venezolanos que salen de su país son uno de los grupos de poblaciones desplazadas más grandes del mundo. El número de venezolanos migrantes ascendió a cuatro millones, según datos de la Agencia de la ONU para los refugiados (Acnur) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
En Paraguay, se estima que aproximadamente unos 2.000 a 3.000 venezolanos emigraron en estos últimos años. Pedro Cañizales es uno de ellos, actualmente trabaja en un supermercado y los martes y sábados por la noche vende arepas frente al shopping Multiplaza.
“El sueldo es como si acá ganarás G. 36.000. No puedes comprar las cosas básicas y peor si te enfermas”, aseguró. Pedro sostuvo que llega un momento en que uno se cansa de tanto estrés de vivir en un país con tantas necesidades e inseguro.
En Venezuela tiene casa propia pero de todos modos estaba aislado de las demás necesidades como alimento y medicamentos. “El día a día allá es fuerte, estás pensando qué puedes comer al día siguiente, es trágica la situación”, suspiró.
Durante el 2018 inició los trámites para conseguir su pasaporte, refirió que sacarlo es todo un trámite porque además de la burocracia estatal los costos son muy elevados, incluso muchas personas deciden emigrar del país sin documentos, ante la desesperación, mencionó.
“Uno sale con un trauma de Venezuela con tanta delincuencia e inseguridad, uno ya viene cansado de todo eso”, sostuvo. Tal es el punto que prefirió empezar de cero.
Para Pedro, Paraguay es un país donde hay oportunidad de trabajo, comida y se puede estar tranquilo como salir a caminar o pasearse por los centros comerciales y plazas, manifestó.
UNA TRAVESÍA DE 10 DÍAS
Actualmente, salir de Venezuela es muy complicado, existen múltiples obstáculos y también riesgos durante esa travesía.
Pedro pasó por Colombia, de Cúcuta a Bogotá, luego de Ecuador hasta Perú. Comentó que la frontera entre Ecuador y Perú estaba colapsada y pasó todo un día allí. De Perú pasó a Bolivia, uno de los lugares más altos de La Paz donde le dio mareos, malestares y dolores por la altura.
De ahí pasó a Santa Cruz de la Sierra y de ahí finalmente llegó a Paraguay. En total el viaje duró 10 días. Los trámites migratorios en cada país le llevaban horas e incluso días, además de los largos viajes.
PARAGUAY ES SU ÚLTIMO DESTINO
Pedro desea quedarse acá, conseguir su radicación y espera que su familia también lo consiga. Espera que sus hijos sigan estudiando en el país y comprarse una casa propia. “Empezar de cero totalmente, comprarnos nuestra casa, conseguir todo trabajando y haciendo las cosas bien”, señaló esperanzado. Por último, criticó la actitud de los policías venezolanos quienes están estrechamente ligados con el narcotráfico, indicó. “No vuelvo ni aunque me regalen un pasaje para allá”, expresó.
4 millones de venezolanos ya emigraron de su país, según datos de la Acnur.
DATO: El salario mínimo en Venezuela equivale a poco más de dos dólares americanos. Su billete de mayor circulación es de 50.000 bolívares, que ni siquiera alcanza para comprar un dólar, la moneda local prácticamente desapareció de las calles.
El sueldo es como si acá ganarás G. 36.000. No puedes comprar las cosas básicas y peor si te enfermas.
PEDRO CAÑIZALES
Venezolano