Romina Mena es una chica de 23 años que trabaja en el centro en un servicio de call center de 14 a 21 horas. Con suerte alcanza el último bus que la lleve a Capiatá. “Una vez llegué a mi casa a media noche” expresó molesta. En otra ocasión disfrutaba en el bar Arsenal Cué, salió a la 1:30 am y desde que subió al bus hasta Capiatá viajó una hora de pie. Si llegar a tiempo al trabajo usando el transporte público durante el día es un desafío, durante la noche se triplica esa odisea para las personas que tienen actividades nocturnas.
90 Días duró el plan piloto encarado por Viceministerio de Transporte y por la Cetrapam.
En diciembre del año pasado, Pedro Britoz, Viceministro de Transporte, instaló un plan piloto de buses nocturnos que funcionarían desde las 00 hasta las 3:00 horas para analizar el flujo de transeúntes durante las noches. Según Cesar Ruiz Díaz, presidente de Cetrapam, en ese periodo de prueba muchos de los colectivos iban vacíos. Algunos de los colectivos viajaban con 1 o 2 pasajeros por lo que no fue necesario implementar, según Ruiz Díaz, horarios de salidas nocturnas En calles como Eusebio Ayala y la zona de los shoppings sí existe una significativa demanda de pasajeros y hay colectivos, escasos, que circulan en esas zonas.
30 A 40 minutos de espera era la frecuencia de los buses nocturnos que circulaban por diferentes puntos.
El crecimiento de negocios dedicados a la gastronomía o los bares en Asunción incrementó la cantidad de empleados en turnos nocturnos, que usualmente salen a la madrugada y necesitan volver a sus hogares.
Es el caso de Manuel Álvarez, quien trabaja en la atención de clientes en un bar céntrico. Su horario de salida es a las 2 de la mañana y en muchas ocasiones decide esperar al primer bus del día que sale entre las 3:30 y las 4:00 de la madrugada. Muchas personas que salen en ese mismo horario deciden buscar taxi, Uber o Muv como alternativa para retornar a sus casas, pues esperar una o más horas en la calle te expone al peligro.
Líneas Salvatore
Es conocido entre la comunidad de viajeros nocturnos que existen algunas líneas “salvatore” que son la línea 27, 18, 12 entre otras que trabajan toda la noche y aunque se tarden entre 40 a 60 minutos entre cada colectivo las personas saben que no se quedarán sin transporte.
Daymara Bael solía reunirse con sus amigos en zonas de Barrio Obrero y el centro. Ella festejaba tranquila pues sabía que el colectivo que la acercaría a su casa trabajaba toda la noche así que esperaba pacientemente. En ocasiones sí tuvo miedo por la aparición de borrachos, drogadictos o asaltantes, pero no vivió ninguna situación así.
Aunque la Cetrapam no vea necesario una implementación de buses nocturnos por la poca demanda de pasajeros, es una realidad que existe un mundo nocturno de cocineras, camareros, bartenders, guardias, call center que deben contar con la opción de movilizarse con el servicio de transporte público.
A Romina, de Capiatá, seguramente no le importará viajar de pie siempre y cuando tenga transporte nocturno asegurado.
Patricia Galeano
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