Todo consiste en hallar dónde y cómo apretar para lograr dinero
Ahora se trata de pescadores que, dicen, son desplazados por la construcción de las fundaciones del puente Héroes del Chaco que habrá de unir el núcleo central de Asunción con el Chaco y dar así alivio al puente Remanso. Es una de esas uniones viales que, salvando un escollo geográfico -el río Paraguay, por ejemplo- conecta centros urbanos con grandes perspectivas de crecimiento.
De todo ello deriva el concepto de “utilidad pública” o, más genéricamente, “de interés público” ya que habrá de ahorrar mucho tiempo en esperas para un tráfico internacional de gran volumen como es el que genera la frontera con Argentina.
Pero, en el medio ahora se interpone un colectivo que dice vivir de la pesca y a quienes las obras del futuro puente les estarían espantando a los peces. Así que aprovechando la coyuntura, han exigido un resarcimiento consistente en Gs. 750 millones cash, una embarcación motorizada, que se les asigne un nuevo sector de pesca en el rio Paraguay y que el interviniente corra con todos los gastos de licencia, permisos y demás tramites. De esta manera, hasta que todo se resuelva a gusto de este colectivo, las obras deberán ser paralizadas porque van a bloquear el sitio de las fundaciones. De esta manera, el interés de un centenar de personas pesa más que el de los 10.000 o 12.000 vehículos y más de 20.000 personas que se calcula cruzarán por día el puente alimentando una corriente económica capaz de dinamizar todo su entorno, generando inversiones y potenciando un espacio hoy prácticamente de valor fiscal simbólico.
En el Paraguay estamos copiando prácticas originarias de Argentina, con epicentro en el conurbano bonaerense. Allí, millones de personas viven de extorsionar al Estado nacional o provincial. No hay día en que el centro de Buenos Aires, una urbe de clase mundial, no esté atronada por miles de bombos, petardos, pancartas, bloqueo de avenidas y ocupación de espacios públicos para exigir planes sociales, subsidios, ayudas y toda clase de cesión de dinero estatal alegando pérdida de empleo, bajas ventas, desplazamientos por obras, desalojos, etc.
Comunidades enteras viven de este apriete al tesoro público que la baja política cuotea y reparte con fines siempre electoralistas. Un plan, cinco votos. Y dale que va.
Ahora, nosotros estamos copiando esta práctica que arruina a nuestro vecino, contando con la complicidad de políticos criollos en campaña.
Lindo destino nos espera.