Dentro de la ley N° 5777 de Protección Integral a las Mujeres contra toda forma de violencia, menciona a una de sus diferentes formas de violencia como: “la violencia sexual”, que contempla de manera implícita “la coacción sexual”.
En las últimas noticias, que se han dado a conocer, sobre algunos casos de “coacción sexual contra víctimas mujeres”, como el del periodista Carlos Granada, acusado por tal delito, que escandalizó a toda nuestra sociedad; otro igual como lo ocurrido en la ciudad Coronel Oviedo, de una mujer que es perseguida y presionada sexualmente por el vecino. No nos deja de sorprender, que van sumando otros casos similares, sobre todo en el ámbito laboral, como lo que vivió una funcionaria de una Cooperativa, Maria Julia Soteras, la misma fue coaccionada sexualmente por el guardia de seguridad de la Cooperativa donde presta sus servicios, se trata de Richar Villalba, Jefe de Seguridad privada de una empresa tercerizada contratada por la Cooperativa.
En tal sentido; es indescriptible con que cobardía puede actuar un hombre para llegar al extremo de, obligar y presionar a una mujer, aislarla, en su condición de hombre machista, hacer uso de poder, dentro del horario laboral, a su compañera de trabajo, y como funcionario de seguridad, con arma de fuego, haciendo uso de su fuerza para acceder sexualmente contra la voluntad de la mujer, según relató la víctima.
Las Mujeres están expuestas, sin importar el lugar en que se desenvuelven, en cualquier sitio, solamente por su condición de ser “mujer”, en este triste escenario, en que debía estar protegida, ante una brutal coacción sexual, la misma se defiende, intenta romper el vidrio del auto, logra escapar, sufriendo hematomas, y pierde una uña. No solamente eso, sino que queda con las secuelas psicológicas, y en su condición de madre con un hijo en periodo de lactancia, no puede amamantar a su bebé debido al terrible suceso, se le cortó la lactancia.
Por tal motivo, es importante, que se pueda dar visibilidad a estos casos recurrentes, que no todas las mujeres hoy se animan a denunciar. Cuantas “otras víctimas” que callaron, o que, están pasando por la misma situación; y no solamente aquellas mujeres que, muchas veces no reciben el apoyo y la contención necesaria; sino que ocurre en la mayoría de los casos, no se las cree a estas víctimas, y comúnmente entre los hombres “se solidarizan”, apañan, minimizan y solapan estos casos que, deben ser duramente reprendidos.
Insto a la sociedad, a rechazar y condenar estos hechos que se vuelven recurrentes, y a no callar, ni ser cómplices de un depravado sexual, inadaptado de nuestra sociedad, bajo ningún motivo, justificar ningún tipo de violencia contra las Mujeres.
Conforme al reporte policial y de la víctima, La Fiscalía está detrás de este lamentable caso. Ahora bien, Qué acciones tomaron: la Cooperativa, y si el Ministerio de la Mujer se ha pronunciado, o si la víctima está recibiendo alguna contención psicológica, y ante la amenaza y el no arrepentimiento del agresor, que seguridad se le brinda a la víctima, y si el hombre, está siendo asistido con un debido tratamiento psicológico, esto no termina con que esté retenido o bajo prisión por unos años.